#259. Los aprendizajes que me llevo en mi vida después de haber tomado la pastilla roja. Haber experimentado con este tipo de libertad social me hizo abrir una puerta que nunca he querido volver a cerrar.
¿Qué es la libertad social?
La idea de libertad social son las condiciones sociales en las que uno puede formular y realizar sus intenciones. Esto puede incluir instituciones que puedan garantizar las necesidades básicas de la vida o una existencia social segura y estable.
Pero no se trata sólo de que los individuos puedan perseguir y realizar sus intenciones; la libertad social también significa que estas intenciones son reconocidas y afirmadas como valiosas por los demás.
La realización de las propias intenciones, en esta situación, se convierte en una tarea cooperativa en la que los individuos apoyan voluntariamente los deseos e intereses de los demás.
¿Por qué debería considerarse este tipo de dependencia mutua como un caso de libertad? Los seres humanos somos criaturas esencialmente sociales, cuya felicidad y bienestar están determinados en gran medida por nuestras relaciones con los demás.
El amor, la estima y el respeto no son sólo cosas agradables de tener, sino los fundamentos mismos sobre los que somos capaces de diseñar una vida con sentido para nosotros. Si nuestras intenciones y objetivos vitales no son reconocidos como importantes por los demás, entonces no somos del todo libres porque carecemos de esa aprobación social que da valor a nuestros pensamientos y acciones.
Dicho así, suena raro, ¿no? Pero tiene todo el sentido del mundo si vemos de dónde viene.
¿De dónde viene?
Algunos científicos sociales creen que la búsqueda de aprobación evolucionó a partir de una ventaja de supervivencia que proporcionaba la aceptación del grupo.
Naturalmente, hace 10.000 años era un reto (casi imposible) sobrevivir solo: los que ansiaban la aceptación de su tribu, tenían más posibilidades de permanecer en el grupo y de sobrevivir; por otro lado, los que no se preocupaban por molestar a los demás se encontraban con una patada en el trasero prehistórico y una desaparición temprana.
Ejemplos de libertad social en la actualidad
La libertad social se diferencia de otras formas de libertad porque, en la primera, los objetivos compartidos son el marco dentro del cual actúan los individuos.
Algunos ejemplos de libertad social son las esferas de acción social institucionalizadas. De hecho, desde que esta idea surgió en los escritos G. W. Hegel a principios del siglo XIX, ha sido especialmente influyente e impactante en las instituciones sociales modernas:
- La familia: La evolución de la familia desde una unión patriarcal a una en la que (idealmente) todos los miembros se quieren como individuos completos.
- La economía de mercado: El desarrollo de la economía de mercado como una en la que consumidores y productores reconocen su mutua dependencia.
- Las instituciones públicas: La aparición de una «esfera pública» democrática en la que los ciudadanos pueden ofrecer soluciones a los problemas sociales y políticos mediante la deliberación colectiva (en un mundo ideal, claro).
Por qué deberías dejar de tener miedo al rechazo social
Muchos llevan ese miedo a ser rechazados al extremo.
Hoy en día, buscar la aprobación de los demás constantemente es un autosabotaje.
Intentar impresionar a los demás es agotador y minimiza tu propia importancia e individualidad.
Puede que conozcas a alguien que sea un chulo de m*erda. Es un poco molesto oírle presumir de cualquier cosa, pero comprende que este tipo de personas necesitan atención y quieren sentirse queridas y aceptadas.
Si no quieres ser como él, tienes que liberarte de la necesidad de recibir la aprobación de los demás.
Seis maneras de dejar de lado el miedo al rechazo
No necesitas la aprobación de los demás porque puedes prosperar por ti mismo sin ella. Así que, vamos a ver formas que puedes dejar de lado tu miedo al rechazo poco a poco.
Da tu opinión libremente
Un síntoma del miedo al rechazo es la duda a la hora de compartir tu opinión.
Puede que digas algo que la otra persona no apruebe. Y como es tu opinión, puede que tampoco te aprueben a ti.
Pues tienes que dar tu opinión igualmente, aunque te resulte incómodo.
Empieza con cosas pequeñas.
Evita juzgar a los demás
Si evitas este tipo de comportamiento en ti mismo, dejarás de suponer que los demás te juzgan. Permite que los demás sean como son. Hace que la vida sea más interesante. Siéntate y disfruta de las diferencias.
Fíjate en tus pensamientos.
¿Juzgas constantemente a los demás en diversas situaciones? Temerás los juicios de los demás si sigues juzgando.
A nadie le gusta que le juzguen, así que será mejor que dejes de hacerlo antes de que alguien te lo haga a ti.
Date cuenta que el rechazo puede utilizarse como un arma
Muchas personas utilizan la desaprobación como medio para conseguir lo que quieren.
Pueden rechazar tu opinión, tu ropa, tu peinado o cualquier otra cosa para disfrutar de los frutos de tu necesidad de aprobación.
Pero piensa que todos tenemos opiniones diferentes y es natural que algunos no estén de acuerdo contigo: no te lo tomes como algo personal.
Recuerda que la mayoría de las personas negativas buscan una víctima, no una pelea. Cuando te defiendes, muchos de los abusones desaparecen, aunque nunca del todo, así que no te obsesiones tampoco.
Recuerda: no puedes gustar a todo el mundo. Ni siquiera a ti te gusta todo el mundo.
Sé consciente de lo que ocurre cuando alguien te rechaza
¿Qué pasa cuando alguien te rechaza?
Nada. Absolutamente nada.
Parece que nacemos con un intenso deseo de encajar. ¿Pero qué ocurre realmente cuando alguien te rechaza? No te cae un piano encima ni se te cae el pelo (espera un segundo…).
Puede que sufras un poco de ansiedad o vergüenza, pero se te pasará y no te acordarás nunca de todo el mundo que te ha rechazado.
Haz cosas por ti mismo
Si buscas constantemente la aprobación de los demás, es posible que no estés cuidando muy bien de ti mismo, que tú mismo no estés respetando tus propios límites y deseos.
Demuéstrate que eres importante centrando tu tiempo y energía en ti mismo.
Puede resultar un poco incómodo al principio. Puede que incluso te sientas egoísta, pero esto te hará bien.
Llena tu vida de cosas importantes
Hay asuntos más importantes en tu vida de los que tienes que ocuparte que lo que puedan pensar los demás.
Si tuvieras que cruzar la calle desnudo para salvar la vida de tu hijo, lo harías sin pensar en la opinión de nadie, ¿verdad?
Eso es porque la vida de tu hijo es más importante que tu ego. Pero no necesitas un desastre para saber esto.
Encuentra formas de dedicar tu tiempo a cosas que consideres importantes. Descubrirás que disfrutas de más libertad en las otras partes de tu vida, menos importantes.
Conclusión
Estar demasiado preocupado por el rechazo es perjudicial para tu avance personal.
Cada vez que evitas hacer algo por miedo a lo que dirán, te estás privando de crecer y de, probablemente, una experiencia increíble.
Sigue adelante y permite que tu individualidad sea vista y experimentada por los demás.
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