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El secreto mejor guardado del monte Everest

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Autor: Pau Ninja
Último episodio en marzo, 2023

#350. La primera persona en escalar la cima del Everest sigue siendo una incógnita. Pero un objeto perdido en el monte podría desvelar quien fue… si se encontrara.

Algunos de los mayores logros de la humanidad son tan notables que las personas que los consiguieron pasan a la historia para siempre.

  • Neil Armstrong fue el primer ser humano en caminar sobre la Luna.
  • Roald Amundsen fue el primero en llegar al Polo Sur.
  • Roger Bannister fue el primero en correr una milla en menos de cuatro minutos.
  • Y Yuri Gagarin fue la primera persona en salir al espacio exterior.

Este tipo de «primera vez» es distinta del resto de estadísticas arbitrarias que registramos los seres humanos.

Por ejemplo, Usain Bolt era el hombre más rápido del mundo corriendo la distancia de 100 metros, pero en su última carrera perdió contra Gatlin, que por cierto se arrodilló.

Le tocó cederla la corona. En cambio… Neil Armstrong siempre será el primer miembro de nuestra especie que caminó sobre la Luna, durante los eones que pasarán hasta la muerte térmica del Universo. Vale, es poco probable que a nadie le importe llegado ese momento, pero creo que se me entiende: ser el primero en hacer algo implica escribir tu nombre en el libro colectivo de la historia humana.

De todas formas, existe una de estas primeras veces que está un poco menos grabada en piedra que las otras. Y no me refiero a cuando perdí la virginidad.

Que también.

En 1953, Sir Edmund Hillary y Tenzing Norgay lograron algo impresionante al convertirse en los primeros seres humanos en alcanzar el lugar más alto del mundo: la cima del Monte Everest.

Pero…

Algunos creen que esta primera vez fue en realidad una segunda vez. El motivo es que es posible que el Everest fuera escalado casi 30 años antes de la fecha registrada en los libros de historia.

Los autores de esta hazaña habrían sido George Mallory y Andrew Irvine, dos miembros de la expedición británica que (supuestamente) el 1924 escalaron el monte.

Ésta es la historia de la mayor pregunta sin respuesta de la historia del montañismo, que ha perdurado durante casi un siglo, sobre quién escaló el Everest por primera vez.

Quien escaló el monte Everest por primera vez

El 8 de junio de 1924, George Mallory y Andrew Irvine hicieron su primer intento de cima a la montaña más alta del mundo. El bueno de Irvine sólo tenía 21 años y era un montañero inexperto.

Aún así, por su lado Mallory era uno de los mejores del mundo.

Un veterano de dos expediciones previas al Everest, y una especie de celebridad en el Reino Unido. Un nombre que no resulta familiar si no estás en el montañismo, pero lo que sí fue épico por la población en general, fue la respuesta de Mallory cuando una periodista le dijo «¿por qué quieres escalar el Everest?», y el tipo dijo un simple:

«Porque está ahí».

Entonces escálame esta Mallory.

Mientras los dos hombres se abrían camino por el aire caracteriza a la cima del mundo, otro miembro de la expedición, Noel Odell, ascendía la montaña cientos de metros por debajo realizando una labor de apoyo.

La montaña había estado oculta por la niebla durante la mayor parte del día, pero alrededor de la hora de comer el cielo de pronto se despejó.

Odell alzó la mirada contra la luz del Sol y divisó dos figuras diminutas.

Su corazón empezó a latir con más rapidez, y no por el esfuerzo de respirar en ese aire, sino porque Irvine y Mallory casi habían alcanzado la cima.

Igual de rápido que se había venido el buen tiempo, igual que yo con mi ex, se terminó.

El buen tiempo se cerró de forma repentina y las dos siluetas de Irvine y Mallory contra la nieve acabaron desapareciendo de la vista.

En ese momento Noel Odell no lo sabía, pero ésa sería la última vez que vería a sus dos amigos con vida.

De hecho, nunca ha habido ninguna duda de que los dos fallecieron poco después, pero lo que todos nos preguntamos es… ¿consiguieron alcanzar la cima antes de morir?

Es difícil exagerar sobre lo peligroso que es el Everest.

Su cima se eleva hasta unos espectaculares 8849 metros sobre el nivel del mar, prácticamente la altitud de crucero de los aviones comerciales. Para considerar lo complicado que debe ser el entorno a esa altitud, imaginaros que os zambullís en una piscina llena de lava derretida, y dices en voz alta que el agua está un poco caliente.

El Everest es tan alto que la corriente lo golpea con vientos que pueden llegar hasta 280 kilómetros por hora. Sólo para ponerlo en perspectiva, una racha de viento se considera huracanada cuando supera los 120 kilómetros por hora. Y si alguna vez te atreves a escalar esta montaña, será mejor que te abrigues: la temperatura media ronda los 20 grados bajo cero en verano, y los 35 bajo cero en invierno.

Estas condiciones individualmente… pase. Pero imagínatelas todas de golpe.

Vamos, que el Everest te intentará matarte a intervalos regulares enterrándote en avalanchas y corrimientos de tierra, o tirándote en una de las incontables grietas que cruzan el glaciar.

Si alguna vez decides lanzarte a escalar esta montaña, ten en cuenta las temperaturas que harían que desearías qu epudieras estar dentro de tu congelador.

Pero la muerte por el hielo y la nieve sería tu menor preocupación.

En serio.

Lo digo porque el 10 por ciento superior de la montaña más alta del mundo recibe el encantador nombre de “la zona de la muerte”.

En general, se considera que por encima de 8000 metros no hay suficiente oxígeno como para sostener la vida humana. Lo máximo que ha sobrevivido alguien en la cima del Everest sin oxígeno suplementario fueron sólo 21 horas.

Suena poco sorprendente, ¿no? al fin y al cabo, no somos más que unos delicados simios sin pelo (especialmente yo). Y a la mínima empezamos a tener frío si alguien deja la ventana abierta.

Pero no somos sólo nosotros.

No se conoce ningún animal no microscópico que viva en los 2000 metros superiores. Ni siquiera las plantas pueden vivir a esta altura: los últimos restos de vegetación desaparecen por encima de los 6500 metros. En pocas palabras, la parte superior del Everest es completamente hostil a la vida tal y como la conocemos.

Normal que el Everest fue establecido como la montaña más alta de la Tierra en 1852, pero nadie estuviera cerca de escalarlo durante décadas.

Lo que me lleva otra vez a la pregunta sobre quiénes lo escalaron por primera vez.

Pues bien, según el informe oficial de la expedición de 1924, los primeros fueron Irvine y Mallory. Sin embargo, ninguno de los miembros de su equipo pudo aportar una prueba definitiva.

El avistamiento de los dos cerca de la cima por parte de Noel Odell y la absoluta confianza en la brillantez como montañero de Mallory por parte del equipo fueron suficientes como para convencerles de que los dos hombres lo habían conseguido antes de sucumbir a la implacable violencia de la montaña.

Pero… Los años pasaron y con ellos también el aumento del escepticismos.

Odell afirmó haber visto a Irvine y Mallory en lo que se conoce como el Segundo Escalón, un lugar situado en la cresta noreste que habría sido la parte más complicada de todo su recorrido.

Según Odell, los dos escaladores superaron la pendiente de roca del Segundo Escalón en unos cinco minutos, algo que la mayoría de los montañeros consideran que es imposible. Uno de los motivos por los que muchos escaladores empezaran a sospechar que el Segundo Escalón suponía una dificultad que estaría por encima de la capacidad de ambos.

Es tan difícil, que hoy en día todos los que coronan el Everest por esta ruta escalan el Segundo Escalón usando una escalera.

Pero la dificultad de la escalada no fue la única duda de que sucediera de verdad (o no).

Irvine y Mallory estaban equipados con un equipo de montañismo de vanguardia… de vanguardia para esa época.

Pensad que en 1924 la tecnología disponible era limitada, y la expedición llevaba un equipo de oxígeno primitivo. Pero el mayor problema era la ropa que llevaban. Hoy en día, los montañeros llevanu unas chaquetas de plumón enormes con un equipamiento técnico de la h0stia.

Por contra Irvine y Mallory llevaban varias capas de prendas más sencillas hechas de lana, seda y algodón.

Durante mucho tiempo, la gente ha considerado que este equipamiento no estaba a la altura de las exigencias de escalar el Everest, y se da por hecho que los dos montañeros habrían sucumbido (muy rápido) a esas temperaturas heladas y a los vientos corta-venas de la cima.

Hay porrones de motivos para dudar de la posibilidad de que Irvine y Mallory pudieran haber llegado de verdad hasta la cima… pero cada argumento en contra se puede esgrimir otro creíble a favor.

Por ejemplo, es posible que el Segundo Escalón estuviera más allá de las habilidades de escalada de Mallory. Pero podría haber usado una técnica de escalada que implica utilizar al compañero a modo de escalera humana.

Ya sé que suena estrafalario (estrambooootico) a más no poder, pero es una técnica que existe y que es justo lo que hicieron en una expedición china que realizó la primera ascensión documentada del Segundo Escalón en 1960.

Si Mallory hubiera podido superar esta parte de la escalada, habría tenido posibilidades de llegar hasta la cima, incluso si eso hubiera supuesto dejar atrás a Irvine.

Para intentar despejar las dudas, en 2007 se probaron réplicas muy documentadas de la ropa y el equipamiento de baja tecnología que utilizaron en esta expedición de la que estamos hablando 1924.

La conclusión fue que el equipamiento era perfectamente adecuado para realizar un ataque a cumbre. Quien hizo las pruebas era un equipo formado por montañeros experimentados, que consideraron que la ropa antigua era muy cómoda y mucho más ligera que la equivalente moderna.

Eso de que decimos que la sociedad actual cada vez nos acomoda más… pero en verdad es un pez que se muerde la cola.

El caso es que nunca ha habido evidencia suficiente como para descartar por completo la posibilidad de que Irvine, Mallory o ambos pudieran haber hecho cima. El problema es que tampoco ha habido evidencias concretas de que lo consiguieran. Aunque eso no ha evitado que la gente siga buscándolas.

En 1999 se llevó a cabo una expedición para seguir los pasos de Irvine y Mallory con la esperanza de demostrar de una vez por todas si alcanzaron o no la cumbre en 1924.

Pues se ve que el equipo que hizo esta búsqueda… le tocó la lotería al explorar el lugar de acampada durante el primer día.

No sólo encontraron unas pocas pruebas sutiles, sino que además pudieron encontrar a George Mallory.

En este punto de la historia es necesario aclarar que no es raro encontrar cadáveres en el Everest.

Fijaros que más de 300 personas han muerto en esta montaña, justo cuando sus sueños y fantasías de alcanzar la cima se convirtieron en pesadilla.

Pensad que la atmósfera es tan fría y seca que los cuerpos no se descomponen, sino que se congelan. O sea que aquello está plagado de centenares de cuerpos de los que lo intentaron y no pudieron, pero claro, es muy costoso recuperar los cuerpos. Así que los dejan ahí.

Los cadáveres congelados son tan habituales que algunos de ellos se utilizan como puntos de referencia que ayudan a los escaladores a señalar dónde se encuentran.

En este aspecto, en todos los años desde su desaparición, Mallory se había convertido en una leyenda del montañismo de proporciones míticas, o sea que el descubrimiento de su cuerpo fue una noticia enorme.

El cadáver estaba duro como una piedra y la piel se había blanqueado, pero Mallory estaba bien conservado. Como yo desde que dejé el veganismo y empecé a comer más carne.

Una de sus piernas estaba rota, y tenía quemaduras de cuerda alrededor de la cintura, lo que sugería que podría haber sufrido una caída mientras estaba atado a Irvine. Pero a juzgar por la gravedad de las lesiones, la caída no se habría producido desde una gran altura.

Dicen que la causa más probable de su muerte habría sido un orificio profundo en la sien (aquí donde te duele en la cara cuando tienes migrañas).

Un orificio provocado al parecer por un golpe contra una roca afilada durante la caída. También es probable que se lo provocara al intentar usar frenéticamente su piolet para parar esta caída.

Ya veis, ninjas de la vida.

Una ventana abierta a los últimos segundos desesperados de un montañero legendario que había muerto unos 75 años atrás. Pero la gran pregunta seguía estando ahí: ¿ocurrió este accidente al descender de la cumbre? Es posible, porque la expedición de 1999 encontró un par de pruebas que apuntaban a que Mallory podría haber llegado hasta la cima del mundo antes de morir.

Para empezar, tenía las gafas guardadas en un bolsillo en lugar de llevarlas colocadas en la cabeza. Esto sugería que podría haber estado descendiendo la montaña en la oscuridad. Ahora bien, el Everest es una trampa mortal incluso en el mejor de los casos. O sea que deambular por laderas barridas por el viento durante la noche no es algo que contemplaría ningún montañero experimentado.

Pero a cualquiera que haya escalado el Everest le resultará familiar lo que se conoce como la “fiebre de la cima”. La «fiebre de la cima» sucede cuando los escaladores se vuelven más imprudentes a medida que se acercan a su objetivo.

Si Mallory hubiera considerado que estaba lo bastante cerca como para completar la ascensión, es posible que hubiera seguido adelante durante más tiempo del razonable, lo que no le habría dejado otra opción que descender en la oscuridad después alcanzar la cumbre.

La segunda pista era todavía más intrigante. Era sabido que Mallory llevaba una foto de su esposa durante la expedición para poder dejarla en la cima del Everest si llegaba a la cumbre. Pues bien, en 1999 se encontraron bastantes cosas en el cuerpo congelado de Mallory: una navaja de bolsillo, un altímetro y varias notas manuscritas. Pero… no había ninguna foto.

Claro que el hecho de que no llevara la foto demuestra nada: Mallory podría haberse llevado dos pares de gafas a la cima y las que llevaba en la cabeza pudieron haberse salido con la violencia de la caída final.

En cuanto a la foto, es poco probable que se le hubiera caído del bolsillo. Pero eso no quiere decir que fuera imposible. Y también cabe la posibilidad de que se le hubiera olvidado llevarla consigo ese día, pero es poco probable porque tampoco se encontraba entre sus posesiones en el campamento.

Y ya sé, ya sé.

Ahora sería el momento de decir «es probable que nunca sepamos la verdad», y que seguirá siendo un misterio para siempre… pero existe una esperanza de que podamos saber si Irvine y Mallory consiguieron o no su objetivo de ser los primeros humanos en pisar la cima del Monte Everest.

¿Por qué? pues porque además de la fotografía de la mujer de Mallory, el equipo de 1999 tampoco encontró otra cosa: una cámara Kodak de bolsillo que los dos llevaron consigo en su intento de hacer cima.

Aquí, varios expertos de Kodak han dicho que, si se encuentra, la película de su interior se pudiera recuperar. Incluso han proporcionado instrucciones para manipular la cámara si llegara a encontrarse. Para intentar minimizar las probabilidades de dañar la película fotográfica, lógico.

Porque claro, los dos montañeros habrían hecho una foto de su monumental logro en caso de haber llegado a la cumbre para colgarlo en el Instagram de la época: el muro de su casa.

Así que si la cámara llega a encontrarse, es posible que se conozca el mayor secreto del Everest.

¿Y la cámara? bueno, tampoco es raro que no se encontrase una cámara en el lugar donde estaba Mallory porque era Irvine quien estaba al cargo de las cámaras de la expedición, y además era un fotógrafo más experimentado.

Así que tiene sentido que fuera el encargado de capturar el gran momento. Por desgracia, a día de hoy se desconoce cuál es la ubicación del cuerpo congelado de Irvine.

Pero no lo dejamos aquí, porque hay una historia bien rara que nos daría algunas pistas tentadoras al respecto.

En 1979, un grupo de escaladores estaba compartiendo historias en su campamento situado en la ladera del Everest. Uno de ellos, un montañero chino llamado Wang Hong-Bao, recordó haber visto lo que describió como un cadáver antiguo de un inglés a una altitud de 8100 metros, durante una expedición llevada a cabo cuatro años atrás.

Como acabamos de ver, los cadáveres son habituales en el Everest… pero los cadáveres antiguos de ingleses situados en la altitud y la ubicación que describió Wang no son tan comunes.

Precisamente, fue la historia de Wang la que condujo a la expedición de 1999 al cuerpo de Mallory. Pero claro, los detalles que describió acerca de la posición y la orientación del cuerpo, así como el tipo y la ubicación de las lesiones que había sufrido, no coincidían en absoluto con el cadáver de Mallory. Esto llevó a muchos a especular con la posibilidad de que hubiera descubierto a Irvine.

Tengo una idea, ¿y si le preguntamos al bueno de Wang otra vez? bueno, nadie le ha podido hacer más preguntas acerca de la ubicación exacta en la que vio el cuerpo, porque falleció en una avalancha en el propio Everest justo al día siguiente de compartir su historia en 1979.

Era casi como si la montaña estuviera intentando proteger su último gran secreto.

No sé si lo descubriremos, porque hoy en día sigue habiendo expediciones que de vez en cuando buscan el cuerpo de Irvine siguiendo las pistas de Wang, o comprobando lugares prometedores después de analizar imágenes de satélite de alta resolución.

Al fin y al cabo, no hay ninguna duda de que Irvine sigue ahí arriba, posiblemente con una cámara con película fotográfica sin revelar que podría reescribir la historia de uno de los mayores logros de la humanidad.

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Sobre este podcaster ninja

podcaster En internet soy Pau Ninja y aunque tengo muchos blogs de mil temáticas que me parecen interesantes… Sólo tengo un podcast. Este. En la senda hacia el conocimiento cambié la katana por un micrófono para combatir la sed de curiosidad.