#474. La libertad no es sólo de localización o económica. Mucho menos con los tiempos que ahora nos vienen encima. Una reflexión que me ha venido a las 2 de la mañana cuando me he levantado a mear llevando menos de 24 horas en Estonia.
En una sociedad obsesionada con el ahorro y la acumulación de riqueza, puede resultar sorprendente plantear la idea de gastar más y ahorrar menos como un camino hacia la autosuficiencia y la libertad.
Sin embargo, este enfoque puede desafiar los convencionalismos y ofrecer una perspectiva alternativa sobre cómo aprovechar al máximo nuestras vidas. En este artículo, exploraremos por qué gastar más puede ser beneficioso y cómo puede conducirnos hacia la libertad personal y la autosuficiencia.
Que es la Soberanía real
La noción de soberanía real aplicada a un individuo de manera personal, puede entenderse como el concepto de tener un control completo y autónomo sobre la propia vida y decisiones, sin estar sujeto a la autoridad o influencia de otros individuos o entidades externas.
En este sentido, la soberanía real personal implica la capacidad de tomar decisiones libres y autónomas, asumiendo la responsabilidad de las consecuencias de esas decisiones. Se refiere a vivir según los propios principios, valores y metas, en lugar de ser dirigido por las expectativas o mandatos de otros.
La soberanía real personal implica tener la capacidad de ejercer la autonomía y la libertad en todas las áreas de la vida, como la toma de decisiones financieras, la elección de la carrera profesional, el estilo de vida, las relaciones personales, las creencias y los valores.
Para alcanzar la soberanía real personal, es importante desarrollar una sólida autoconciencia, claridad en los propios deseos y necesidades, y una fuerte base ética y moral. También implica la habilidad para establecer límites sanos y saber decir «no» cuando sea necesario.
Al ejercer la soberanía real personal, uno asume la responsabilidad total de su vida y se esfuerza por vivir de acuerdo con su propia visión y propósito. Significa tomar las riendas de la propia existencia, ser consciente de las elecciones que se hacen y asumir la responsabilidad de los resultados.
Cabe destacar que la soberanía real personal no implica aislarse de la sociedad o vivir de manera egoísta, sino más bien buscar el equilibrio entre el autodominio y la consideración hacia los demás.
También implica reconocer que, en ciertas circunstancias, es posible que existan limitaciones externas, como leyes y regulaciones, que deben tenerse en cuenta en el ejercicio de la soberanía personal.
En resumen, la soberanía real personal se refiere a tener un control autónomo y consciente sobre la propia vida, tomando decisiones alineadas con los propios valores y objetivos, y asumiendo la responsabilidad total de los resultados. Es un camino hacia la autenticidad y la autorrealización.
Como conseguir la soberanía real
Conseguir la soberanía real personal es un proceso que implica autodescubrimiento, toma de decisiones conscientes y asunción de responsabilidad. Aplicado al ámbito financiero, para alcanzar la soberanía real hay que poner en valor lo siguiente:
El valor del tiempo y la experiencia
Cuando gastamos más dinero en experiencias significativas, estamos invirtiendo en nosotros mismos y en nuestra felicidad.
En lugar de acumular riqueza en una cuenta de ahorros, podemos utilizar nuestros recursos para crear recuerdos, aprender nuevas habilidades y experimentar momentos inolvidables. El tiempo es un recurso finito, y gastar más nos permite maximizar nuestro disfrute de la vida, en lugar de simplemente acumular bienes materiales.
Fomentar la autosuficiencia
Al gastar más en nosotros mismos, podemos fomentar nuestra autosuficiencia y desarrollar habilidades que nos permitan ser más independientes. En lugar de depender de otros para satisfacer nuestras necesidades, podemos aprender a cocinar, cultivar nuestros propios alimentos, reparar objetos o incluso iniciar nuestro propio negocio.
Estas habilidades nos brindan la libertad de ser autosuficientes y nos permiten tener un mayor control sobre nuestras vidas.
Generar oportunidades
Al gastar más, también podemos generar oportunidades para nosotros mismos y para los demás. Al invertir en educación, capacitación o desarrollo personal, podemos adquirir habilidades valiosas que nos permitan acceder a mejores oportunidades laborales o emprender proyectos propios.
Además, al gastar en bienes y servicios, contribuimos a la economía y generamos empleo para otros. Esto no solo beneficia a la sociedad en general, sino que también nos brinda una red de contactos y recursos que pueden ser útiles en nuestro camino hacia la libertad personal.
Romper el ciclo del miedo y la escasez
El enfoque tradicional de ahorrar en exceso a menudo se basa en el miedo y la mentalidad de escasez. Nos preocupamos por el futuro y nos privamos de disfrutar del presente.
Al gastar más y confiar en nuestras habilidades para generar ingresos y oportunidades, podemos romper este ciclo y adoptar una mentalidad de abundancia. Esto nos permite vivir de manera más plena y confiar en nuestra capacidad para afrontar cualquier desafío que se presente en el camino. No se trata de despilfarrar irresponsablemente, sino de asignar nuestros recursos de manera consciente y estratégica para maximizar nuestro bienestar y disfrutar de las experiencias que la vida tiene para ofrecernos.
El paradigma de gastar más y ahorrar menos puede ser visto como una perspectiva radical en una sociedad que valora la acumulación de riqueza.
Sin embargo, al invertir en nosotros mismos, fomentar la autosuficiencia y generar oportunidades, podemos abrirnos camino hacia la libertad personal y una vida más plena.
Cómo ser más autosuficiente
Ser más autosuficiente y depender menos del gobierno en la medida de lo posible, es un objetivo admirable que puede conducir a una mayor libertad y autonomía en tu vida.
En un mundo donde las circunstancias pueden cambiar rápidamente y la dependencia de las estructuras gubernamentales puede resultar incierta, es importante tomar medidas para asegurar tu propia autosuficiencia. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir para lograrlo:
Cultiva una mentalidad emprendedora
En lugar de esperar que el gobierno o alguien más te brinde oportunidades, puedes desarrollar una mentalidad emprendedora y buscar activamente formas de generar ingresos por ti mismo/a.
Puedes iniciar tu propio negocio, ya sea en línea o físicamente, ofrecer servicios freelance o buscar oportunidades de emprendimiento en tu comunidad. Identifica tus habilidades y pasiones, y considera cómo puedes convertirlas en una fuente de ingresos. Ser proactivo/a te permitirá tomar las riendas de tu situación financiera y reducir tu dependencia del gobierno.
Fomenta la resiliencia y la autogestión
Anticipa y prepárate para posibles situaciones difíciles.
Construye resiliencia aprendiendo habilidades de supervivencia básicas, como primeros auxilios, técnicas de campamento o cómo abastecerte de alimentos y agua en situaciones de emergencia.
Aprender a generar tu propia energía, como a través de paneles solares o generadores portátiles, puede brindarte independencia en caso de cortes de energía. Asegúrate de tener suministros básicos en caso de desastres naturales o interrupciones en los servicios públicos. Cuanto más puedas cuidar de ti mismo/a y de tus necesidades básicas, menos tendrás que depender de la asistencia gubernamental en momentos de crisis.
Invierte en tu educación y desarrollo personal
La educación continua y el desarrollo personal son fundamentales para ser autosuficiente en una sociedad en constante evolución. Busca oportunidades de aprendizaje, como cursos en línea, talleres o programas de capacitación, que te ayuden a adquirir nuevas habilidades y conocimientos. Cuanto más aprendas y te desarrolles, más opciones y oportunidades tendrás para crear tu propia libertad y depender menos del gobierno.
Sé consciente de tus derechos y responsabilidades ciudadanas
Entender tus derechos y responsabilidades como ciudadano/a es fundamental para mantener tu autonomía y tomar decisiones informadas. Aprende sobre las leyes y regulaciones locales que afectan tus actividades cotidianas y asegúrate de cumplirlas. Mantén un enfoque ético y responsable en tus acciones, respetando los derechos de los demás y contribuyendo positivamente a la sociedad.
Busca alternativas a los servicios gubernamentales
Explora opciones alternativas a los servicios gubernamentales en áreas donde sientas que puedes asumir la responsabilidad por ti mismo/a.
Por ejemplo, considera la posibilidad de utilizar sistemas de salud privados, seguros médicos privados o planes de jubilación privados en lugar de depender únicamente de los programas gubernamentales. Evalúa tus necesidades y busca soluciones que se adapten mejor a tus circunstancias individuales.
Recuerda que el proceso de volverse más autosuficiente lleva tiempo y esfuerzo. Es posible que enfrentes obstáculos en el camino, pero persevera y mantén una mentalidad positiva.
Con determinación y una actitud proactiva, podrás reducir tu dependencia del gobierno y alcanzar una mayor autonomía en tu vida. Ser autosuficiente no significa aislarse por completo de la sociedad, sino tener la capacidad de tomar decisiones y acciones que te permitan tener el control de tu propia vida y destino.
¿Por qué deberías intentar depender lo menos posible del Estado?
No depender exclusivamente del estado y buscar la autosuficiencia tiene ventajas significativas.
- Libertad y autonomía: Al depender menos del estado, tienes mayor control sobre tu vida y tus decisiones. No estarás limitado/a por las restricciones y regulaciones gubernamentales, lo que te permite tomar decisiones basadas en tus propios valores y objetivos. Ser autosuficiente te brinda la libertad de vivir tu vida según tus propias condiciones.
- Resiliencia en tiempos de incertidumbre: El estado puede experimentar cambios políticos, económicos o sociales que afecten la disponibilidad de servicios y programas gubernamentales. Al ser autosuficiente, estás mejor preparado/a para afrontar estas situaciones, ya que has desarrollado habilidades y recursos propios que te permiten adaptarte y sobrellevar los desafíos que puedan surgir.
- Fomento de la responsabilidad individual: Al ser autosuficiente, asumes la responsabilidad de tu propia vida y bienestar. Esto implica tomar decisiones informadas y estar dispuesto/a a enfrentar las consecuencias de esas decisiones. Ser responsable de uno/a mismo/a fomenta el desarrollo de habilidades de resolución de problemas y la toma de decisiones conscientes, lo que a su vez promueve el crecimiento personal.
- Empoderamiento y desarrollo de habilidades: La autosuficiencia implica desarrollar habilidades prácticas y conocimientos útiles que te permitan realizar tareas por ti mismo/a. Esto no solo te brinda una sensación de empoderamiento y logro personal, sino que también te hace más adaptable y capaz de enfrentar diversos desafíos en la vida.
- Fortalecimiento de la comunidad: Al ser autosuficiente, tienes la oportunidad de contribuir activamente a tu comunidad. Puedes compartir tus habilidades y conocimientos con los demás, fomentar la colaboración y construir relaciones sólidas basadas en el intercambio mutuo. Al fortalecer la comunidad, se crea un entorno de apoyo que puede funcionar como un sistema de seguridad y ayuda mutua en tiempos de necesidad.
Cómo comenzar ya a ser más autosuficiente
Ser más autosuficiente implica tomar medidas prácticas para satisfacer tus propias necesidades básicas. Aquí tienes algunos ejemplos de cómo puedes ser más autosuficiente, comenzando por lo más sencillo:
Cultivar tu propio alimento
Si tienes espacio suficiente, considera la posibilidad de cultivar tus propios alimentos. Puedes empezar con un pequeño huerto en tu jardín o utilizar macetas en espacios reducidos. Aprende sobre técnicas de cultivo, rotación de cultivos y conservación de alimentos. De esta manera, podrás tener acceso a productos frescos y saludables sin depender tanto de las tiendas de comestibles.
Conservación de alimentos
Aprende técnicas de conservación de alimentos, como enlatado, deshidratación y fermentación. Estas técnicas te permitirán almacenar alimentos por más tiempo y aprovechar los excedentes de la cosecha. Puedes enlatar frutas y verduras, secar hierbas o fermentar vegetales para tener alimentos disponibles durante todo el año.
Compra a granel y en temporada
Ahorra dinero y reduce la dependencia de las tiendas comprando alimentos a granel y en temporada. Busca mercados locales o cooperativas agrícolas donde puedas comprar directamente a los productores. Esto te permitirá almacenar alimentos no perecederos a precios más bajos y apoyar a los productores locales.
Crea una despensa bien abastecida
Dedica un espacio en tu hogar para tener una despensa bien abastecida con alimentos no perecederos. Asegúrate de tener una variedad de granos, legumbres, enlatados, aceites y especias que puedan durar mucho tiempo sin deteriorarse. Mantén un registro de tus existencias y asegúrate de rotar los productos para utilizar los más antiguos primero.
Crea un sistema de recolección de agua
La recolección de agua de lluvia es una forma efectiva de asegurar un suministro de agua en caso de interrupciones en el suministro público. Instala barriles de agua en tu propiedad y úsalos para regar las plantas, lavar ropa o incluso para uso doméstico si es seguro y está permitido en tu área.
Aprende habilidades básicas de reparación
Aprender a realizar reparaciones básicas en tu hogar, como arreglar fugas de agua, cambiar interruptores de luz o reparar muebles, te ayudará a ahorrar dinero y depender menos de servicios profesionales.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo puedes ser más autosuficiente en términos de guardar alimentos. Recuerda que el proceso de ser autosuficiente lleva tiempo y esfuerzo, pero los beneficios a largo plazo son significativos.
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