A Carol ya le han colgado la etiqueta de «políglota». Una persona que habla multitud de idiomas con fluidez. Es de las pocas personas que conozco de habla española que hable más de 3, por lo que no podía dejar pasar la oportunidad de invitarla para ver si le podía sonsacar cómo aprendió estonio a nivel C1 en tan poco tiempo.
👨🏻🚀 Invitada |
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Empecemos por la versión sarcástica de los pasos que debes seguir para hablar muchos idiomas. Te prometo que su eficacia es total.
Nace en un país diminuto
Por ejemplo, Estonia. Hay poco más de 1 millón de personas en todo el mundo que hablan estonio. Como es un país diminuto, tendrás que usar otro idioma tras conducir 3 horas. ¡Así que asegúrate de tener buena suerte naciendo en el lugar correcto!
Que ocupen tu país
Estonia fue ocupada por la Unión Soviética, por lo que era obligatorio aprender ruso en el colegio (y eso a pesar de que prácticamente no había rusos en el país). De esta forma, si te aseguras de que tu país es ocupado por una fuerza extranjera, tendrás un idioma más de forma gratuita.
Que te censuren
Las únicas señales de radio que podían traspasar el Telón de Acero eran las procedentes de Finlandia. Al carecer de acceso a los medios de comunicación occidentales, los estonios aprovechaban cada gota que podían de los medios finlandeses y, de paso, muchos aprendieron finlandés. Así que, ¡deja que te censuren! ¡Eso te permitirá aprender un idioma más!
Sé pobre
Cuando cayó el Muro de Berlín y terminó la censura, de pronto los estonios podían ver cualquier cosa que les llegara del cielo (mediante la televisión por satélite), ¡siempre que se lo pudieran permitir! Y esto implicaba casi en su totalidad canales alemanes. Así que asegúrate de que haya un enorme vacío de consumismo en tu corazón y una carencia de recursos como para no poder pagar por ver contenidos en tu idioma preferido. ¡Otra lengua a la saca!
Forma parte de una minoría
Muchos estonios realizaron estudios superiores en los países nórdicos. De esta forma, podían acabar estudiando un programa internacional de máster en inglés, pero en un lugar en el que el 95% de los estudiantes no eran hablantes de esa lengua. Y así es como muchos estonios acabaron aprendiendo idiomas como el sueco.
Supongo que ya te habrás dado cuenta de que no podrás seguir ninguna de estas instrucciones para llegar a hablar muchos idiomas.
Y es que ofrecer secretos para aprender idiomas es como enseñar a alguien a ser rico. Hay un montón de gente afortunada que intenta decirte lo que tienes que hacer bajo la premisa de que si lo repites te funcionará. ¡Pero no es más que el sesgo del superviviente!
Así que dejando a un lado a las personas que saben distintos idiomas por pura suerte y coincidencia, aquí tienes algunos trucos que podrían ayudarte a hablar muchos idiomas:
Toma tantos atajos como puedas
Los idiomas se usan sobre todo de forma hablada. Sólo una pequeña parte llega a escribirse. Así que no malgastes tu tiempo aprendiendo las partes del idioma que no necesitas.
Por ejemplo, a pesar de la belleza de la caligrafía china, no es difícil afirmar que su sistema semiótico dista mucho de ser práctico. Si puedes codificar la misma información con una docena de letras, ¿por qué dedicar tiempo a aprender miles de caracteres? Después de tres años de aprendizaje agonizante, superarás el impresionante nivel de un preescolar chino y seguirás teniendo problemas para mantener una conversación básica.
Puedes aprender a hablar chino usando el sistema pinyin de transcripción basada en el alfabeto latino. De esta manera, podrás dedicar el tiempo que otros dedican a aprender dibujos para mejorar tu capacidad de conversación. Se trata de un buen atajo en caso de que sólo quieras hablar chino, y una buena forma de llegar a hablar muchos idiomas.
El español es una lengua fonética, es decir, suena como se lee. Ése es el motivo por el que mis quejas tienen todavía más sentido. Cada vez que escribo “beaucoup” (una palabra frecuente en francés), ¡me duele! Y me duele tanto porque en realidad sólo hacen falta 4 letras para escribir la forma fonética. Por lo tanto, escribir en francés supone el doble de esfuerzo innecesario. ¿Por qué utilizan tantas letras prescindibles?
Sé que esto les chocará a muchos, pero es perfectamente posible mantener una conversación en chino y francés sin saber cómo se escriben estos idiomas.
De hecho, me intriga bastante el motivo por el que alguien añadiría esta información redundante e innecesaria. Tener sonidos adicionales en el lenguaje hablado tiene sentido debido al ruido del ambiente, ya que esa información extra ayudará a tu cerebro a reconstruir lo que se ha dicho incluso aunque se pierda parte del mensaje. Pero, ¿en papel? ¿Dónde está la pérdida? ¿Qué sentido tienen todas esas letras de más?
A menos que quieras que te contraten para un puesto que requiera usar el idioma escrito, es probable que puedas evitar la sobrecarga cognitiva saltándote las partes del idioma que no usas. Además, todavía no he visto a nadie que intente impresionar a los demás sacando una libreta y escribiendo palabras sin fallos.
Piensa bien en cuáles son tus objetivos y en el motivo por el que estás aprendiendo un idioma. Esto te dará pistas sobre el tipo de atajos disponibles.
El orden de aprendizaje es importante
En general para muchos sucesos, aproximadamente el 80% de los efectos son producidos por el 20% de las causas. Esto se conoce como el principio de Pareto o la regla 80:20, y también resulta útil si quieres aprender a hablar muchos idiomas. En concreto, una pequeña parte del vocabulario constituye la mayoría del uso del idioma, y puedes aprovechar esto para aprender nuevo vocabulario en el orden adecuado.
Por ejemplo, puedes hacerte con una lista de las palabras usadas con mayor frecuencia en inglés. Pues bien, según distintos análisis sobre el uso del idioma, las 200 palabras más utilizadas en inglés suponen el 52% del idioma escrito. Este efecto se amplifica todavía más en el idioma hablado, ya que el uso de palabras es mucho más limitado.
Por supuesto, esta cobertura del vocabulario no se traslada directamente en capacidades útiles, pero es un buen indicativo de por qué importa el orden de aprendizaje.
Aprovecha nuestro diseño evolutivo
A escala evolutiva, los humanos se han pasado mucho más tiempo deambulando por la naturaleza que aprendiendo los idiomas de los demás. Por mucho que nos guste pensar que somos seres analíticos y sofisticados, la realidad es que la mayor parte del tiempo no somos más que primitivas máquinas que buscan patrones funcionando en piloto automático mientras intentamos evitar la mayor parte de la carga cognitiva que nos lanza el entorno.
En este sentido, entender los límites de nuestra biología nos permite comprender mejor cómo poder hablar muchos idiomas.
Personalmente, tuve una epifanía en relación al aprendizaje de idiomas cuando leí “El desafío de la memoria”, de Joshua Foer. En este libro, Joshua habla sobre el mundo de los campeones de memorización y las técnicas que utilizan para realizar proezas como recordar el orden de mazos de cartas ordenados aleatoriamente.
A medida de iba leyendo el libro, me di cuenta de al aprender vocabulario utilizo sin saberlo métodos muy similares a los descritos en el libro. De esta forma llegué al mejor de todos los trucos para hablar muchos idiomas. Ésta será la primera vez que lo publique, ¡así que sigue leyendo! 🙂
Hasta ahora me he guardado esta teoría para mí mismo, pero últimamente me recuerdan tanto el tema del aprendizaje de idiomas que he decidido compartirlo por si te sirve de algo.
En pocas palabras, mi tesis es que es posible mejorar el aprendizaje de idiomas al recodificar la información lingüística para los sentidos que más han influido en nuestra supervivencia a lo largo de la evolución. Pero deja que te ponga tres ejemplos.
En primer lugar, los humanos somos muy buenos a la hora de procesar la información visual (tenemos un córtex visual grande). Sobrevivimos mejor porque vemos mejor: una persona ciega tiene menos probabilidades de sobrevivir que una persona sorda. ¡Incluso podemos ponernos de pie para ver mejor!
Hay un montón de reglas mnemotécnicas basadas en imágenes que representan palabras. Básicamente, al encontrar imágenes que nos ayuden a recordar palabras, podemos desplazar parte de la carga cognitiva a las partes del cerebro que han tenido más tiempo para evolucionar (y para mejorar en su función principal).
Por otro lado, al deambular por la naturaleza hemos desarrollado un notable sentido del espacio. Tenemos partes de nuestro cerebro dedicadas a interpretar la posición de los objetos que nos rodean, y podemos recurrir a la memoria espacial para que nos ayude a recordar cosas. Esta técnica se llama método de loci (“lugares” en latín). Básicamente consiste en imaginar lugares comunes y colocar objetos (imágenes) en la escena. Estos métodos te ayudarán a recordar incluso el orden de los objetos, ya que podrás visualizarte fácilmente caminando por dicho espacio y recordando los objetos incluso en orden inverso si fuera necesario (caminando al revés).
Otra de las cosas que nos mantuvo con vida en el pasado fue darnos cuenta de las cosas que se salían de lo normal. Las cosas que se mantienen iguales se fusionan con el fondo y nuestros cerebros las filtran. Pero darnos cuenta de las cosas que se salían de lo normal nos salvó la vida en el pasado: ¿esos matorrales se están moviendo solos, o acaso hay un depredador que se alegra de verme?
Pues bien, la unión de estas nociones puede lograr mejoras notables en tu capacidad para recordar y aprender a hablar muchos idiomas. Por ejemplo, cuando intentes recordar la palabra “banana” de entre una larga lista de palabras puedes imaginarte un plátano normal sobre una mesa en la que acostumbras a ver uno, o bien imaginarte un plátano ensangrentado a medio pelar colgado de una lámpara de escritorio mientras se balancea y grita. Sé que es algo perturbador pero, ¿qué imagen crees que se fijará en tu memoria durante más tiempo? Y sí, la evolución también hizo que nos centrásemos en la reproducción, así que tampoco te hará ningún mal que utilices esos sentidos.
Existen muchos más métodos y trucos que puedes aprender. Sin embargo, si quieres saber más al respecto te recomiendo el libro de Joshua. En cualquier caso, la idea clave es que cuanto mejor incorpores distintos sentidos en el proceso de memorización, mayor será la probabilidad de recordar.
En definitiva, creo que hay un montón de oportunidades a la hora de aprender idiomas teniendo en cuenta la ciencia que hay detrás de quiénes somos y de dónde venimos. En este sentido, tengo muchas ganas de ver lo que los métodos científicos (como la repetición espaciada) pueden hacer para mejorar nuestro aprendizaje.
Y todo esto me lleva a mi último y más importante consejo sobre cómo aprender a hablar muchos idiomas.
El método del teletransporte
Todo lo que he explicado hasta ahora guarda relación con el lento y doloroso proceso del aprendizaje de idiomas utilizando el cerebro analítico. Se trata de un proceso lento y agotador, pero es un primer paso necesario para llegar a hablar muchos idiomas.
Sin embargo, la diversión empieza cuando tus recién adquiridas capacidades empiezan a ser automáticas. Y si quieres forzar esta transición no hay un método más eficiente que la inmersión completa.
Por ejemplo, si quieres aprender inglés, puedes pasarte varias semanas usando Duolingo y luego irte un tiempo a vivir al Reino Unido u otro país en el que se hable inglés. Pero no debes hacerlo por obligación, sino porque realmente quieras.
No voy a mentirte: al principio puede resultar una experiencia difícil, sobre todo porque la mayoría de los británicos no hablan español. Por lo tanto, te verás forzado a progresar con rapidez.
Tras unos meses en el extranjero, seguro que podrás sentirte cómodo diciendo que hablas inglés. Y probablemente habrás aprendido más rápido que con cualquier otro idioma.
La libertad para viajar te proporcionará capacidades lingüísticas útiles con mayor rapidez que cualquier otro método. Así que si tienes un pasaporte que no restrinja tu libertad para moverte y quieres aprender a hablar muchos idiomas, empieza con un software de aprendizaje de idiomas y luego viaja. A eso es a lo que yo llamo el método del teletransporte.
Gracias a las nuevas tecnologías disponibles y a servicios como Airbnb y Uber, viajar para aprender idiomas te resultará tan sencillo como ir a una clase. Así que coge tu ordenador portátil y anímate.
Ahora bien, antes de dejarte para que pienses en cuál será tu próxima jugada para aprender a hablar muchos idiomas, me gustaría plantearte una pregunta: ¿qué idioma crees que te ayudará a aprender mejor otros idiomas?
Y para acabar, ¿qué profesiones o trabajos son los menos dependientes de una ubicación física concreta para permitirte cambiar fácilmente el idioma de tu entorno? Por ejemplo, si eres programador es posible que puedas moverte libremente por todo el mundo siempre que tengas una toma de corriente y una conexión a Internet.
Por lo tanto, tener mayor libertad para moverte te ofrecerá la oportunidad de viajar y aprender a hablar muchos idiomas.
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