¿Por qué el pueblo chino no se alza, desobedece se revela?
A todos nos ha pasado por la cabeza leyendo noticias.
¿Cuál es el motivo por el que los chinos no se rebelan contra el gobierno opresor que restringe sus libertades más básicas?
Pensad que estamos hablando sobre el gobierno chino. El mismo gobierno que eliminó los emoticonos de la vela y la tarta justo antes del aniversario de la masacre de la Plaza de Tiananmén, para que así la gente no pudiera recordar u homenajear a los fallecidos.
Este tipo de cosas no hacen más que aumentar la ira de infinidad de disidentes chinos que viven en el extranjero y que, entre otras cosas, construyen monumentos para recordar esos hechos.
Plaza Tiananmén
De hecho, en China ni siquiera es legal hablar sobre la Plaza de Tiananmén, a menos que hables sobre lo maravilloso que fue que el gobierno se enfrentara a miles de estudiantes inocentes con rifles y tanques.
Pero no sólo eso, sino que el gobierno también ha prohibido que los habitantes de Hong Kong celebren su vigilia anual a la luz de las velas para recordar el aniversario de los hechos ocurridos en esta plaza.
Los consulados de la Unión Europea y de Estados Unidos tuvieran la ingeniosa idea de celebrar su propia vigilia desde sus ventanas.
¿Qué pasó? Que el gobierno chino perdió los papeles y tuvo una buena pataleta.
Pensad que las ideas de libertad en china son anuladas por su gobierno.
Y nos volvemos a preguntar, ¿por qué la gente no se rebela? No lo veremos en los medios pero la realidad es que sí que se rebelan.
Las protestas son tan frecuentes que el gobierno ha dejado de contarlas.
¿Sabéis por qué no escuchamos hablar sobre ellas? Pues porque el gobierno controla con mano de hierro todo lo que entra y sale de China.
Igual que los vídeos de famosas, de vez en cuando tenemos algunas filtraciones.
Lo que pasa es que si el Partido Comunista de China es bueno en algo, es en la censura y en la restricción de la información. También se les da genial castigar, matar y hacer desaparecer a cualquiera que trate de llevarles la contraria.
O sea que si me pasa algo ya sabéis quien a sido.
Por ejemplo, en China no puedes ser el dueño de tu propia tierra: tienes que alquilársela a largo plazo al gobierno durante 70 años. De esta forma, alguien que se compre un piso en China no será el propietario. En realidad, el piso será del gobierno, y durante esos 70 años podrá quitártelo.
La gente que pierde sus propiedades suele recibir salarios o recompensas del gobierno, y a algunas personas les parece bien.
Lógicamente no a todo el mundo, porque aunque a este gobierno le molaría que todos sus ciudadanos pensaran igual, para otros no es suficiente dinero o no quieren renunciar a sus hogares.
Al final si estás comprando una casa o piso es porque lo quieres, no porque vayas a cansarte dentro de unas décadas.
Ha habido pueblos enteros en los que toda la población ha sido expulsada de sus tierras de cultivos y se han quedado sin nada más que hacer, aparte de vivir en una caja de hormigón.
Es por esto que lejos de las ciudades chinas existe un enorme descontento.
La gente crea armas improvisadas usando fuegos artificiales y las usan para contraatacar. También hay quienes protestan cuando los oficiales del gobierno local cometen crímenes, como violaciones. Y no nos sorprenderá saber que es habitual ver cómo estos oficiales se salen con la suya en la gran mayoría de veces.
De vez en cuando en China, la gente no puede contener su odio, y protestan cuando ocurren cosas como la contaminación de la leche o de vacunas que acaban matando a los niños. Algo que es totalmente comprensible.
Pero el precio de rebelarse les sale caro. Su gobierno siempre ha demostrado una gran brutalidad a este tipo de protestas.
Las malas noticias es que como lleva tanto tiempo saliéndose con la suya, se a acostumbrado y hoy el gobierno Chino es aún peor de lo que solía ser.
Por ejemplo, existe una estadística ridículamente falsa que dice que el 95% de la gente de China apoya a su propio gobierno. Esto implicaría que se trata del gobierno con más apoyo de todo el mundo. Pero lo que no dicen estos estudios es que realmente se refieren a la idea de un gobierno central.
Cuando les preguntan a los chinos si apoyan a sus gobiernos locales, la tasa de aprobación disminuye hasta el 10%. Esto quiere decir que casi el 90% de los chinos no están satisfechos con el gobierno local.
La ironía está en que ambos gobiernos son el mismo.
Los ciudadanos de China no tratan con el gobierno central: las transgresiones no llegan hasta Pekín mientras no sean muy graves. En realidad, los ciudadanos se las tienen que ver con sus gobiernos locales, los verdaderamente opresores y que en realidad son el Partido Comunista de China.
Por lo tanto, no estamos hablando de que haya leyes a distintos niveles ni de una república federal, sino que se trata de una dictadura de partido único.
Ahora bien, es necesario aclarar por qué la situación ha empeorado tanto como para que ya no se tolere la mínima discrepancia. No es que antes se tolerase, pero había algo así como una zona gris en la que se sabía que podían ocurrir ciertas cosas. Y con la introducción de la economía de mercado, la situación era un poco diferente a lo que era cuando había cartillas de racionamiento en los tiempos de Mao Zedong.
Pero hoy en día China está perdida.
Ha llegado a unos niveles de propaganda propios de Corea del Norte o de la época de Mao. Publican canciones en las que se dice que el Partido Comunista es el que consigue que ese país sea fantástico. Y se las ponen a los estudiantes universitarios.
Protestas en China del año 1989
A principios de los 90 hubo protestas estudiantiles que trataron de derrocar al gobierno por lo que creían que iba a hacer con los títulos universitarios.
El gobierno quería controlar a los intelectuales para que no volviera a ocurrir otro Tiananmén. Lo que querían hacer es que los títulos universitarios fueran muy fáciles y accesibles, de manera que todo el mundo fuera a la universidad.
«Un momento Pau, pero si esto suena súper bonito, ¿no?»
Sí. Suena bonito si no tuviéramos el contexto que hemos visto hasta ahora. La motivación de estas nuevas leyes universitarias era poder hacerles tragar más propaganda a los estudiantes y controlarles aún mejor.
Protestas de estudiantes universitarios
El gobierno empezó a demonizar al equivalente a las escuelas de formación profesional, a las personas obreras que contribuyeron a construir lo que era China. La idea era meter a suficientes jóvenes en la universidad para que el Partido Comunista pudiera controlarles y, al mismo tiempo, preparar a China para una economía centrada en los servicios para así ser un actor con más dominio en la esfera global.
Para poder elegir una buena universidad, los estudiantes que terminan el instituto deben pasar un examen similar a la selectividad, pero con un nivel de exigencia muy alto. Tanto, que muchos no pueden soportar la presión y acaban suicidándose. Esto se ve acentuado porque China también tiene otras universidades en las que es posible conseguir un título, pero que cuestan cinco o diez veces más si no se sacan buenas notas.
Es algo así como un matrimonio de pesadilla entre una economía gestionada por el estado y una economía libre: lo peor de ambos mundos.
El problema es que el gobierno chino no planificó el colapso demográfico que está por venir. De hecho, China no se prepara para el futuro. No sé de dónde saca la gente esta idea. El gobierno chino no prepara nada de antemano, sino que se limita a arreglar los problemas que crea.
Protestas en China del 2019
En mayo de 2020, el gobierno chino decidió que iba a fusionar el equivalente a los institutos de formación profesional, que estaban mal vistos debido a la demonización realizada por el Partido Comunista de China, con las demás universidades, que eran más caras. El motivo es que al gobierno le preocupaba que no llegue a haber nadie en edad laboral que trabaje como obrero.
Llevan 30 años con la política de un único hijo y, al mismo tiempo, incentivando las universidades. Pero esos niños no han tenido hermanos ni hermanas, por lo que en el futuro tendrán que cuidar de toda su familia. Muchas de estas personas no podrán apoyar a sus familias con sus salarios de mier*da de recién graduados. Y a la vez, la base de obreros ha sido demonizada hasta el punto de que no quieren ser etiquetados como clase baja, por lo que no eligen la formación profesional.
Al parecer si un hijo chino le dice a sus padres que quiere dedicarse a trabajar como obrero, los padres ya deben pensar «no me va a poder cuidar ni Dios».
El problema es que cuando en un país no tienes obreros, ya no puedes ser la fábrica del mundo. Y eso es lo que China ha sido hasta ahora y en lo que ha basado su economía. Por lo tanto, necesitan desesperadamente trabajadores cualificados, especialmente para afrontar el colapso demográfico que se producirá en el futuro próximo.
Así que, como hemos visto, el gobierno chino decidió fusionar las escuelas de formación profesional con las universidades, esperando que nadie se diera cuenta.
El problema es que nadie preguntó a los estudiantes, y los padres no tenían ni idea. No se filtró a la prensa de antemano, y los estudiantes se encontraron con que el gobierno les daría títulos de formación profesional después de haber pagado un montón de dinero y haber dedicado mucho tiempo para conseguir un título de grado.
Muchos de ellos estaban preocupados porque querían trabajar para el gobierno chino. Y para esos puestos se exige un título universitario. Por lo tanto, los estudiantes empezaron a realizar pequeñas protestas que fueron creciendo. Actos sin violencia en los cuales los estudiantes exigían que se les concediera el título de grado, y no el de formación profesional.
Supongamos que el gobierno hubiera aceptado conceder los títulos de grado pero indicando que estaban expedidos por una escuela de formación profesional. ¿Hubiera sido suficiente? ni mucho menos.
¿Por qué? por que el propio gobierno ha enseñado a los jóvenes de esta generación que el hecho de que un título guarde alguna relación con la formación profesional resulta perjudicial para las perspectivas laborales en el futuro.
Y ya os podéis imaginar cuál fue la respuesta del gobierno a estas protestas, ¿no? represión policial.
Los policías chinos no son más que matones pagados por el gobierno. Cerraron carreteras, arrestaron a estudiantes, los apalizaron y hasta se amenazó a los familiares de los arrestados.
Esta respuesta nunca habría tenido lugar si se hubieran dado dos condiciones: que hubiera libertad de expresión, algo que nunca va a pasar, o que el gobierno chino no hubiera creado estos problemas en primera instancia.
Existe un motivo por el que las cosas ocurren de forma natural. Lo que pasa es que cuando el hombre intenta controlarlo todo, se produce el desastre.
¿El máximo transmisor de esta idea? El gobierno Chino.
Hambruna en China: gran salto adelante
Instalando presas gigantescas o con la matanza de gorriones que produjo plagas de langostas, que a su vez provocaron la muerte de decenas de millones de personas debido: la peor hambruna de la historia.
Son las políticas del gobierno las que han llevado a consecuencias antinaturales, como las hambrunas, la esterilización forzada, los campos de concentración de minorías…
Cuando intentas controlar a la humanidad y el libre albedrío hasta el punto de resultar sofocante y opresor, sólo conseguirás crear problemas.
Otro ejemplo sería el sistema de registro de hogares, que limita dónde puedes vivir y trabajar. Con esto lo que se consigue es impedir el progreso natural de la humanidad. Para el gobierno chino, las personas son objetos. De forma natural, las personas tienden a preferir ciertos trabajos y puestos, pero incluso eso debe ser controlado.
Por lo tanto, en el futuro próximo habrá un enorme problema.
Los jóvenes nacidos en familias de un único hijo tendrán que encargarse de cuidar a sus padres y sus abuelos, además de a sus propias parejas. Es posible que estos jóvenes con títulos universitarios no puedan afrontar todo eso debido a que no haya tantos puestos de trabajo en China.
También existe el miedo de perder su posición como la fábrica del mundo, porque el gobierno chino les ha dicho a sus ciudadanos que deben tener un título universitario. Pero ahora quieren degradar de manera forzosa a sus jóvenes para que acepten un trabajo de obrero. Y la realidad no funciona así.
Los simpatizantes del Partido Comunista dicen que China juega a largo plazo, planificando con siglos (o incluso milenios) de antelación. ¿La realidad? que China está continuamente inventándose grandes planes para controlar y solucionar el próximo problema inminente provocado por sus propias medidas.
Miles de chavales están protestando en las calles mientras los policías les dan palizas con porras, les amenazan de muerte y les meten en la cárcel, o hacen lo mismo con sus familiares.
Las personas que protestan se han dado cuenta de que el mayor enemigo de los chinos es el propio gobierno.
Los estudiantes ni siquiera pueden protestar por sus títulos universitarios. Y ahora el gobierno chino está arrestando a la gente. Lo hace diciendo que estas protestas están organizadas por fuerzas extranjeras, como el gobierno de Estados Unidos, para perjudicar a China e iniciar una revolución.
Y así es como funciona China: crea un problema debido a un exceso de control, culpa a las fuerzas opositoras extranjeras y finalmente castiga a sus ciudadanos por los errores del propio gobierno.
Lecciones para casa
¿Suena todo esto a que nos queda muy lejos? yo siempre digo que España está siguiendo la misma tendencia. Tenemos cero sentido de la revolución y cada vez los Estados nos están probando a ver hasta cuanto de si podemos dar.
De momento aún no han encontrado el tope.
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