#335. Hay rasgos de psicópatas que pueden convertirlos en héroes. De hecho es posible que hasta tu jefe lo sea (no sé si héroe o psicópata). Un adjetivo reservado para cuatro locos con cuchillos ahora te lo podrás empezar a poner en la bio de Twitter.
Seguro que conoces a alguien que está chalo de la cabeza y aún así lo está petando en la vida.
El psicólogo Kevin Dutton dice que quizás sea por esto que lo está petando en la vida. Por algunos rasgos psicopáticos que algunas personas tienen y porque aunque suene flipante, los psicópatas pueden ser más sociales que los neurotípicos.
Resumen de La sabiduría de los psicópatas
Después de leerme La Sabiduría de los Psicópatas, me ha quedado claro una cosa:
Soy psicópata… pero no es algo de lo que tenga que preocuparme, porque al parecer todos lo somos aunque a distintos niveles.
La psicopatía es buena en pequeñas dosis
La tesis central de “La sabiduría de los psicópatas” es que las “dosis elevadas” de psicopatía son perjudiciales tanto para la sociedad como para el individuo.
Lógico. Nada nuevo aquí.
En cambio, la “psicopatía en dosis más pequeñas” ayuda a las personas a conseguir más cosas en la vida hasta el punto de ser buena para la sociedad.
El bueno de Kevin dice que la psicopatía es como la luz del sol: exponerse demasiado puede llegar a adelantar la muerte pero controlada, y en niveles óptimos, puede tener un importante efecto positivo en el bienestar y en la calidad de vida.
Pero esto no ayuda a mejorar algunos de los datos más raros que he leído en este libro.
Camina con seguridad
Por ejemplo, sabemos que nuestra forma de caminar dice mucho sobre nosotros… Y aparentemente, también dice mucho sobre tus probabilidades de ser una víctima de un psicópata.
Un estudio que hizo la buena de Angela Book descubrió que los presos psicópatas eran más capaces de analizar la vulnerabilidad personal que los no-psicópatas.
Lo mismo se puede decir en el caso de los estudiantes universitarios, tras ser divididos entre personas con muchos y con pocos rasgos psicopáticos. La diferencia es que los estudiantes no sabían por qué eran capaces de acertar en sus suposiciones, mientras que los presos sabían exactamente a que se debía a la forma de andar de la gente.
Este tipo de estudios son muy útiles para la población general. Por ejemplo la forma de andar sumisa consiste en una velocidad más lenta, zancadas más cortas y movimientos asíncronos. Además, Raj Persaud también habla sobre los patrones del lenguaje corporal que delatan esta vulnerabilidad, entre los cuales se incluyen el contacto visual, la postura del cuerpo (más encorvada) y otros gestos más sutiles.
Pero las personas normales también pueden detectar a los psicópatas.
Los neurotípicos (que es como se suele llamar a los no-psicópatas) son igual de buenos a la hora de detectar a los psicópatas. Un estudio realizado por Reid Meloy descubrió que un 77% de los profesionales de la salud mental y la justicia criminal que entrevistaron a sujetos psicópatas afirmaron tener una reacción física ante la presencia del psicópata.
De hecho, las mujeres fueron más propensas a notar la diferencia que los hombres (aunque en todos los casos sabían que estaban entrevistando a psicópatas). Dutton se basa en esto para sugerir que las mujeres han aprendido a detectar a los psicópatas mejor que los hombres porque son más vulnerables en un contexto ancestral.
La psicopatía varía en una escala de distintos rasgos
La psicopatía es un trastorno que se define mediante un espectro. Esto quiere decir que cada persona tiene una puntuación en una escala de psicopatía.
Existe un umbral mínimo para ser considerado como un psicópata, pero puedes lograr una puntuación elevada en esta escala sin que se te considere como un “psicópata en toda regla”. Además, como hay que medir muchos rasgos diferentes, es posible obtener una puntuación intermedia en la escala de la psicopatía logrando puntuaciones muy altas en rasgos específicos.
Algunos rasgos psicopáticos pueden ser útiles en la vida
Siguiendo con el argumento de que hay ciertos rasgos psicopáticos que pueden llegar a ser útiles, Dutton nos sugiere que pensemos en dichos rasgos como diales de una mesa de mezclas.
Como si fueras DJ, a lo fakingmoneyman.
Si los pones todos al máximo, el resultado será sólo un montón de ruido sin sentido. Nadie se beneficiará. Pero si se regula el sonido ajustando algunos controles más altos que otros (como la valentía, la concentración, la falta de empatía o la fortaleza mental), es posible que el resultado sea un cirujano que destaque por encima de los demás.
Los psicópatas son el hostigador y el héroe
La segunda tesis principal que se expone en La sabiduría de los psicópatas, es que esta gente son más propensas a abusar de ti, pero también es más probable que lleguen a rescatarte si estás en problemas.
Por ejemplo, el pirómano que es capaz de quemar tu casa también podría ser en un universo paralelo el héroe capaz de meterse en el edificio en llamas para buscar y rescatar a tus seres queridos.
El bien común por encima del individual
Hay situaciones en las que la falta de conciencia de un psicópata puede hacer que esté más dispuesto a salvar a la gente.
Desde mi punto de vista, se trata de decisiones que implican “daños colaterales” que hacen que tengas que sacrificar a otros para salvar a alguien.
Por ejemplo, si tuvieras que matar a una persona para salvar a otras cinco, un psicópata no tendría problemas en matar a esa única persona. Aunque la mayoría de nosotros no podríamos decidir y nos opondríamos a matar a ninguna aunque matar a 1 para salvar a 5 tenga sentido a nivel lógico.
O sea que los psicópatas tendrían menos problemas en pensar en términos puramente utilitarios. Con el cerebro lógico bien activado.
La empatía emocional “se interpone”: problemas utilitarios
Pero el bueno de Dutton afirma que existen dos tipos de empatías: la “caliente” y la “fría”.
El primer tipo de empatía (la deontológica) es la que se aplica de manera inmediata, fácil y automática a la mayoría de las situaciones de la vida.
En cambio, el segundo tipo (la utilitaria) requiere de una mayor deliberación y de más reflexión consciente, porque implica sacrificios y, potencialmente, daños colaterales.
En este segundo tipo os sonará el dilema del tranvía.
El primer tipo de dilema del tranvía sostiene que, si pulsas un interruptor que cambie la dirección de un tranvía, podrás salvar a cinco personas pero acabarás matando a una. Muchas personas tienen dudas pero acaban diciendo que pulsarían el botón (aunque un experimento demuestra que pocos lo harían en la práctica).
En cambio, en la segunda versión de este dilema tendrías que empujar a un hombre a las vías para salvar a las cinco personas. Y aquí la cosa se pone peliaguda para la mayoría porque claro, tendrían que matar a alguien mediante una acción más directa por su parte, tocando y empujando activamente a esa persona.
Pues bien, mientras la mayoría de la gente pulsaría el botón en el primer problema, la mayoría de las personas no tirarían al hombre a las vías.
Claro, como los psicópatas no tienen conciencia social y tienen pocas emociones, es en la segunda variante en la que estarían más dispuestos que los neurotípicos a sacrificar a una persona para salvar a muchas.
Lo que nos da a entender que en los problemas de este tipo y desde un punto de vista puramente utilitario, los psicópatas pueden actuar para conseguir un bien mayor con mucha más facilidad que los neurotípicos.
El primer experimento de este tipo realizado por Joshua Greene demostró que los dilemas “impersonales” (como desviar el tranvía con un botón) activaban regiones del cerebro relacionadas con el razonamiento controlado.
En cambio, los dilemas “personales” (empujar a un hombre a las vías) activaban sobre todo las regiones asociadas con las emociones. O sea que, los cerebros de los neurotípicos y de los psicópatas reaccionan de forma distinta.
Los rasgos psicopáticos que ayudan a tener éxito en los negocios
Quizás es por esto que se argumente que los psicópatas lo pueden pegar en los negocios.
En un estudio llamado “Personalidades trastornadas en el trabajo“, se vio claramente como hay varios atributos psicopáticos que son más habituales entre los líderes empresariales que entre los criminales perturbados. ¿Qué atributos?
- Encanto superficial
- Egocentrismo
- Capacidad de persuasión
- Falta de empatía
- Independencia
- Capacidad de concentración
Claro que la principal diferencia entre estos grupos se encontraba en los aspectos más “antisociales” del síndrome: la propensión a cometer delitos, a las agresiones físicas y a la impulsividad.
Es verdad que el estudio se hizo con una muestra pequeña de sólo 39 individuos, pero confirma la teoría de Dutton de que la presencia de algunos rasgos psicopáticos en las dosis adecuadas puede ayudar a las personas a ascender profesionalmente.
Además, también está la encuesta de Robert Hare.
En 2010, este psicólogo usó la PCL-R (la llamada escala de evaluación de la psicopatía) con 203 ejecutivos estadounidenses muy importantes, y comparó los resultados con la población general.
Estos ejecutivos no sólo destacaron en los resultados, sino que su psicopatía estaba asociada de forma positiva a puntuaciones elevadas relacionadas con el carisma y el estilo de presentación, la creatividad, el buen pensamiento estratégico y la excelente capacidad de comunicación.
Aunque también es fácil confundir ciertos rasgos psicopáticos con algunos rasgos relacionados con el liderazgo.
Por ejemplo, el encanto y la pomposidad se pueden confundir con un estilo de liderazgo carismático y seguro, sin olvidar que tener una buena capacidad de comunicación y de gestión de la imagen pública puede contribuir a reforzar esta percepción.
La capacidad de manipular de un psicópata se puede confundir con la capacidad para persuadir e influir de manera positiva, que es justo lo que caracteriza a un líder eficaz.
Frialdad frente a situaciones extremas
Aunque en lo que indaga más el psicólogo es en la frialdad ante situaciones estresantes.
El autor dice que Neil Armstrong se mantuvo frío al posarse sobre la Luna y esto le permitió salvar la misión de aterrizar en la luna. Pero este mismo rasgo también es útil para los cirujanos, los militares y esos que ponen bombas.
Ramachan descubrió que las personas más condecoradas eran capaces de mantener un ritmo cardíaco más bajo al tomar decisiones difíciles bajo amenaza de recibir una descarga eléctrica.
Concentración y la consciencia total
Hasta se sugiere que los psicópatas tienen una mayor capacidad de concentrarse al 100% en una tarea olvidándose de todo lo demás que ocurre a su alrededor.
Se llega hasta a establecer paralelismos entre los psicópatas y los monjes budistas entrenados en la meditación y el control mental.
Cuando te enfrentas a peligros y amenazas lógicamente quieres el pulso bajo. Mano de cirujano que se llama. Cirujano psicópata aún mejor.
Aunque los ritmos cardíacos de todos los del estudio se mantenían estables, ocurría algo bastante increíble con los que habían sido condecorados: sus ritmos cardíacos descendieron.
Por ejemplo, cuando los artificieros entraban en la zona de peligro, asumían un estado de concentración fría y meditativa: un estado intermedio de consciencia en el que se fusionaban con el artefacto con el que estaban trabajando.
En general, no considero que éste sea un rasgo que se pueda considerar como “psicopático” pero es posible que Dutton tenga razón sobre la capacidad de alcanzar este estado de flujo en situaciones extremas en las que las amenazas externas afectarían a la capacidad de concentración de la mayoría de las personas.
Como yo cuando vuelo con avión.
El lado oscuro de la “frialdad”: perfilando a los abusadores
El investigador sobre relaciones de pareja John Gottman trazó el perfil de dos tipos de abusadores. Unos se vuelven más excitados y emocionales durante el abuso (los pit bulls), mientras que otros se vuelven más fríos antes de atacar (las cobras). Pues bien, para Dutton, las cobras se corresponderían con los psicópatas.
- Violencia más grave
- Uso del puño cerrado y el estrangulamiento: 91%
- Amenazas a la pareja con un cuchillo o un arma de fuego: 38%
- Uso de un cuchillo o un arma de fuego: 9%
- Violencia fuera de la relación: 44%
- Violencia menos grave
- Uso del puño cerrado y el estrangulamiento: 62%
- Amenazas a la pareja con un cuchillo o un arma de fuego: 4%
- Uso de un cuchillo o un arma de fuego: 0%
- Violencia fuera de la relación: 3%
Un tipo de información que hace que la postura de Dutton sobre el lado “bueno” de la psicopatía sea más difícil de sostener.
La psicopatía es extrema, y es un arma de doble filo
Afirmando que la psicopatía se basa en los excesos. En términos de éxito personal y de cara al resto de la sociedad, permite lograr metas más elevadas o caer en pozos más profundos.
Me gustó una analogía que usó en el libro.
Dice que un coche potente no es algo bueno o malo por sí solo, sino que depende de la persona que esté sentada detrás del volante.
Por ejemplo, un psicópata puede permitir a un conductor experimentado llevar a su mujer al hospital a tiempo para que dé a luz. Pero en un universo paralelo, también puede hacer que un chaval de dieciocho años se caiga por un precipicio junto a su novia.
La psicopatía es como un coche deportivo muy potente.
Es un arma de doble filo que, inevitablemente, puede llegar a cortar por dos sitios diferentes.
No niego que algunos de los rasgos psicopáticos se puedan usar para hacer el bien. Por supuesto que se pueden usar para esa finalidad.
Lo que me pregunto es… ¿cuáles son las probabilidades de que cualquiera de los dos extremos se manifieste cuando hablamos de un psicópata de verdad? ¿Qué probabilidad hay de que el “coche deportivo psicopático” se llegue a usar para actos que beneficien a la sociedad, y qué probabilidad de que se utilice para pisotear a otros?
Ésta es la pregunta que el bueno de Dutton nunca responde.
Los psicópatas son buenos traders
No responde una pregunta tan importante pero si nos deja con una buena gema: los psicópatas son buenos traders.
Uno con los que habó afirma que sólo puede obtener beneficios del mercado cuando el mercado cae, porque todo el mundo entra en pánico.
Otro dice que el rasgo más importante de un buen trader es la frialdad y el desapego. En última instancia, sería imposible afirmar si los mejores traders han ganado un millón de euros o lo han perdido todo.
La fórmula para convertirte en un “psicópata funcional”
Dutton entrevista también a James Blair y le pregunta si “merece la pena ser un psicópata”. Éste le responde que es un camino peligroso en el que adentrarse y que, si ocurren cosas malas, al psicópata le preocuparán menos.
Pero no está tan claro que el proceso de toma de decisiones en esas situaciones pueda ser especialmente bueno. Si no se analizan correctamente los niveles de amenaza, es posible que el psicópata acabe metiéndose en situaciones peligrosas, en lugar de alejarse de ellas. De esta manera, Dutton afirma que un psicópata funcional es un psicópata que toma buenas decisiones.
Después le hace la misma pregunta a Kent Kiehl, autor de “El susurrador psicópata”. El tipo responde diciendo que los rasgos psicopáticos tienen una distribución normal a lo largo de la población general, pero que lo que diferencia a los que están en el extremo superior del espectro es que no pueden apagar el interruptor (la ausencia de miedo) en situaciones en las que sería adecuado apagarlo.
Es posible que el director ejecutivo de una gran empresa no tenga miedo de arriesgarse en determinados aspectos de su trabajo, pero que luego no se atreva a dar un paseo por un barrio problemático en mitad de la noche.
Para ponerlo en perspectiva, digamos que un psicópata no sería capaz de hacer esta distinción.
Con un psicópata, es todo o nada.
De esta forma, Dutton refina más su definición para llegar a la conclusión de que un psicópata funcional es un psicópata que toma buenas decisiones y tiene en cuenta el contexto.
Los 7 rasgos que hay que tomar prestados de los psicópatas
Finalmente el autor llega a una conclusión final con “siete ventajas mortales” de la psicopatía:
- Falta de compasión
- Encanto
- Capacidad de concentración
- Resistencia mental
- Valentía
- Consciencia
- Acción
Crítica a La sabiduría de los psicópatas
Y todo lo que cuenta el libro tiene mucho sentido, pero le ha faltado dos cosas.
Falta de conciencia: el gran rasgo definitorio que ha pasado por alto
La conciencia es el principal rasgo que diferencia a los psicópatas de los neurotípicos. Por lo tanto, debería estar muy presente en un libro sobre psicópatas.
¿De verdad los psicópatas son más propensos a ayudar y a ser héroes?
También, Dutton sostiene que los psicópatas son más propensos a realizar actos heroicos. Pero resulta difícil de creer que una persona que no tiene conciencia ni le importan los demás pudiera querer salvar la vida de otro. Algo que pone de manifiesto un error fundamental a la hora de entender la naturaleza del depredador.
Los héroes son más propensos a tener ciertos rasgos que los diferencien de la población general, y esto podría crear cierto solapamiento con algunos rasgos psicopáticos. Sin embargo, los héroes no son psicópatas.
Quizás necesitaríamos otro libro que se llame «La locura de los héroes» en vez de «La sabiduría de los psicópatas» para poder compararlos, porque casi que los deja en demasiado buen lugar.
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