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¿Y si Cristobal Colón no descubrió América?

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Autor: Pau Ninja
Último episodio en diciembre, 2023

#321. Os saludos desde Colombia. El nombre del país viene precisamente por Cristobal Colón. Inspirado por este viaje y el libro sobre el misterio de Colón que me leí, hoy miramos más «de lejos» si quizás no hubo tanto mérito en el descubrimiento de América.

El descubrimiento (oficial) de América por parte de Colón fue uno de los sucesos más importantes y revolucionarios de la historia de la humanidad.

Y no precisamente por los genocidios, violaciones y montones de atrocidades que sufrieron los nativos americanos.

Si dejamos esto de lado por un momento y nos centramos en el evento en si, vemos que en cuestión de un único día, el 12 de octubre de 1492, el tamaño del mundo se duplicó y el líder de la expedición, Cristóbal Colón, pasó a la historia (para bien o para mal) como el hombre que descubrió América.

Un evento histórico reconocido como el catalizador que hizo que el mundo cambiase para siempre.

De todos modos, es posible que en realidad no fuera la primera vez que humanos del Viejo Mundo cruzasen navegando el océano.

De hecho, es bien sabido que Colón no fue el primer europeo en llegar hasta América.

Quien descubrió América antes de Colón

Una lectura que he disfrutado y que he aprovechado para resumir ha sido El enigma de Colón y los descubrimientos de América de Juan Eslava Galán.

De esos audiolibros que me han acompañado algunas noches antes de ir a dormir. Si es de historia es perfecta porque es como si te cuentan un cuento infantil, con la diferencia que supuestamente ocurrió de verdad… y que se hablan de los pechos de las nativas americanas que volvieron loco a la tripulación de Colón mientras buscaban la gloria.

Y en la temática de buscar la gloria, algo que también se mencionó en la historia de Noruega, fue el hecho de que los vikingos ya habían pisado América muchos años antes que Colón lo hiciera.

Vikingos

Para ese entonces los vikingos ya habían colonizado Islandia y Groenlandia más o menos hace un milenio, alrededor del año 950.

Hacia el año 999, se sabe que Leif Erikson salió de Noruega para convertir a los habitantes de Groenlandia al cristianismo.

Por malas pasadas del destino, el viento le desvió de su rumbo y acabó encontrando una nueva masa de tierra a la cual volvería para explorarla hasta llegar a Nuevo Brunswick, en Canadá.

Los asentamientos que construyó allí sólo fueron temporales, y después de fracasar en sus intentos de comerciar con los nativos volvió a Groenlandia sin ser consciente del alcance de su descubrimiento.

Entre las pruebas de este viaje se incluyen las ruinas de asentamientos vikingos en L’Anse aux Meadows, además de testimonios históricos. Pues bien, éste sería el único contacto demostrado sin ninguna duda entre el Viejo y el Nuevo Mundo antes del viaje de Colón.

Pero…

Eso no quiere decir que no existan ciertas evidencias que apunten a descubrimientos anteriores.

Las ganas de haber llegado a América antes que nadie son bien plausibles. Llegando hasta el punto del fanatismo. Fijaros que un par de campesinos suecos falsificaron una inscripción en una roca utilizando incluso lenguaje rúnico para escribir un mensaje del rollo «X navegadores suecos en la fecha X hemos llegado en estas tierras, bllbab».

Caló tanto esta piedra que hasta estuvo de exposición en algunos museos, pero.. se desmintió como más falsa que una moneda de 3 euros.

También hay una corriente de que Colón no era Colón, sino Colom. Un apellido Catalán. Y tanto italianos, como españoles y portugueses han querido aclamar durante años que les pertenecía.

Tal vez es por eso que sus restos es más que probable que estén esparcidos entre América y Europa ya que al poco de morir se fueron pasando los huesos.

Él fue quien puso América del mapa, pero de bien seguro que no la descubrió.

Romanos

Siguiendo con la exploración europea, hay quienes creen que los romanos podrían haber llegado a América hace miles de años. Y es que hoy en día tenemos evidencias de que los romanos llegaron hasta las Islas Canarias, que están a más de 4000 kilómetros de distancia del punto más cercano del continente americano.

La prueba de mayor peso que podría corroborar que los romanos hicieron este viaje de más de 4000 kilómetros la representan objetos encontrados a lo largo del Nuevo Mundo que recuerdan al estilo artesanal de los romanos más que al de cualquier otro estilo de los nativos americanos.

Es posible que el ejemplo más popular sea la cabeza de Tecaxic-Calixtlahuaca. Un objeto descubierto en un enterramiento datado entre el año 1476 (antes de la llegada de Colón) y 1510 (después de Colón). Era una cabeza de terracota que muestra lo que muchos consideran rasgos europeos, con un estilo que no se parece al de ningún arte nativo.

Lógicamente historiadores del arte y arqueólogos lo analizaron para llegar a la conclusión de que esta cabecita era como mínimo compatible con el estilo escultórico romano de alrededor del siglo II.

Pero… hay que ser escéptico.

Muchos han puesto en duda la autenticidad de este objeto, e incluso han sugerido que pudo haber llegado a América después de Colón.

No sería de extrañar. Los suecos campesinos que falsificaron esa inscripción en una piedra no tienen porque ser los únicos patriotas que quieren gloria para su país.

Pero otro ejemplo muy citado para apuntar a los romanos como descubridores en cuanto a objetos fuera de lugar, fue encontrado bajo las aguas de la Bahía de Granada, en el actual Brasil.

Allí se descubrieron los restos de un naufragio a finales de la década de 1970, y siguieron encontrándose más restos hasta principios de este siglo. Entre estos restos se encontraron un porrón de jarrones de cerámica. Los historiadores los identificaron como posibles ánforas, recipientes similares a los usados por los griegos y los romanos.

De hecho, estas ánforas eran tan habituales que era normal que los barcos mercantes las tirasen al agua cerca de dónde estaban anclados después de que se quedasen vacías, porque así podían navegar con más facilidad y rapidez.

Pues bien, en esta bahía brasileña se encontraron fragmentos de alrededor de 200 ánforas, por lo que hay quienes han sugerido que los romanos comerciaban con los nativos de esta región. También se han sugerido otro tipo de explicaciones, incluyendo la posibilidad de que un barco mercante fuera desviado de su rumbo por el viento de camino a las Islas Canarias, o incluso que los restos de un naufragio fueran depositados en ese lugar por las corrientes oceánicas.

Pero no sé yo… 200 ánforas son 200 ánforas. Qué casualidad que estuvieran todas juntas, claro que tampoco lo podemos tachar de prueba substancial suficiente, que ya sabemos que para nuestros historiadores… si no está escrito, no existió.

Irlandeses

El caso es que las poblaciones de vikingos y romanos no son las únicas teorías que se barajan entre los primeros que pisaron esas tierras.

Se habla también de los irlandeses, pero para tocarla, antes hay que tocar el sistema antiguo de escritura llamado Ogham.

Un lenguaje que empezó a desarrollarse sobre el año 500 d. C., utilizando porrones de líneas grabadas en un pilar para representar las distintas letras.

A día de hoy sigue siendo considerado como uno de los sistemas de escritura más peculiares inventados jamás por los seres humanos, porque joer, se parece muy poco a otros sistemas.

Precisamente por esto, cuando se encontraron grabados similares en piedra entre el 500 y el 700 d. C. en distintos lugares a lo largo de Virginia y Virginia Occidental (en América del Norte), muchos se preguntaron si podría haber algún tipo de influencia irlandesa aunque esas costas están a casi 5000 kilómetros de Irlanda.

Como no podía ser de otra manera, en su mayoría son afirmaciones que no están respaldadas por la comunidad científica, aunque tampoco hay otras teorías al respecto que estén corroboradas.

Pero lo más interesante de todo esto es que existe una historia completamente separada que se ha transmitido a lo largo de generaciones, y que muchos creen que está vinculada con San Brandán, un monje irlandés que se dice que partió para cruzar el Atlántico con el objetivo de “descubrir el paraíso”, más o menos en la misma época en la que se estima que se realizaron las estas marcas raras.

La historia del monje es más larga que mi…s ganas de vivir, pero en pocas palabras, San Brandán salió de Irlanda junto con otros 14 monjes hasta llegar a descubrir un nuevo territorio al que llamó la “Isla de los Benditos”.

En este viaje, estos monjes se encontraron con algunos animales tanto comunes como rarísimos, y conocieron a personas que algunos describieron con una piel más oscura.

Luego decidieron volver.

Se dice que en este viaje pasaron por una isla de herreros que lanzaron trozos de metal fundido a su barco.

Luego vieron unos pilares de cristal.

Se cree que la isla de los herreros era una interpretación de la isla volcánica de Islandia, mientras que los pilares de cristal serían una alusión a los icebergs flotantes que se pueden encontrar por todo el Atlántico Norte.

Para rematar todo esto, en 1977 el explorador británico Tim Severin completó el trayecto desde Irlanda hasta América usando únicamente un barco tradicional irlandés, demostrando así que como mínimo era posible realizar este viaje, por lo que la historia del monje irlandés también sería posible.

Claro que unas líneas gravadas en una cueva y una vieja historia irlandesa no son pruebas sólidas que digamos… Pero aunque no parezca posible, también hay otras teorías que tienen su origen fuera de Europa.

Africanos

Hay multitud de hipótesis basadas en la posibilidad de que los africanos llegaran hasta América antes de Colón, y pueden ser algo más convincentes, pero antes de hablar de estas teorías es necesario dejar claros algunos aspectos geográficos.

Veréis.

Si nos fijamos en un mapa podremos ver que África y América no están tan separadas. De hecho, la distancia más corta entre los dos continentes es de unos 3.000 kilómetros.

Tengamos en cuenta también que las islas de Cabo Verde podrían haber servido como parada intermedia para reabastecer una expedición. Desde estas islas, un viaje a Sudamérica recorrería una distancia de menos de 2600 kilómetros.

Esto por no mencionar que, si miramos los patrones de viento predominantes en esta parte del mundo, es posible comprobar que los vientos que soplan en el Atlántico alrededor de la zona ecuatorial siempre van desde África hasta Sudamérica. Son los vientos alisios, y fueron los mismos que usaron más tarde los europeos durante la época de la colonización de América.

¿Sería posible recorrer en barco esta distancia de manera rápida y eficiente? totalmente, siempre y cuando los exploradores tuvieran una buena comprensión sobre los vientos de la zona.

Las teorías sobre la posibilidad de que los africanos llegasen hasta América antes que los europeos se remontan al año 1862, cuando se descubrió en el actual México la primera cabeza colosal tallada por la antigua civilización olmeca.

Al analizar los rasgos faciales mostrados por estas cabezas, se destacaron las similitudes que tenían con los pueblos africanos. Por lo tanto, se sugirió que estas cabezas fueron creadas teniendo en mente a los africanos o que fueron traídas por los propios africanos, que habrían viajado hasta allí.

Fijaros que estas ideas han sido muuuuy rechazadas por parte de la comunidad académica. Pero las preguntas acerca de la actividad africana en América siguen sin respuesta.

Siberianos

Ya sabemos como son los antropólogos. Nunca están dispuestos a considerar una teoría que no esté en su doctorado.

Por una parte no lo entiendo, porque encuentras allí el objeto y como mínimo dale una mirada, pero entiendo que con tanto apasionado patriota que quiere que su cultura haya descubierto América, pues te lo miras dos veces.

Otro ejemplo es que hay la creencia común que las poblaciones de nativos americanos llegaron al continente atravesando el estrecho de Bering, en una época en la que se podía cruzar a pie para ir desde Siberia hasta Alaska.

Esto sí ha sido demostrado. ¿Cómo? pues haciendo análisis genéticos que indican que los parientes más cercanos de los nativos americanos son los grupos genéticos procedentes de Asia oriental.

Lo raro es que muchos de los restos más antiguos que se han descubierto en América no se encontraban en las tierras cercanas al estrecho de Bering, sino más al sur, hacia la mitad del continente.

El ejemplo más conocido de esto serían los restos de una chica adolescente a la que se llamó Naia, y que se encontraron en la Península de Yucatán, en el actual México, muy lejos de donde se supone que los primeros humanos pisaron el continente.

Los restos óseos de Naia y otros nos muestran cómo los primeros habitantes de América tenían estructuras óseas completamente diferentes a las de los nativos americanos con los que se encontró Colón.

En su lugar, sus rostros eran más pequeños y cortos, mientras que sus calaveras eran más largas y estrechas que las de los típicos nativos americanos. Hicieron reconstrucciones del rostro de la buena de Naia para desvelar con mucha más claridad estas diferencias, con unos rasgos más próximos a los de una persona de origen africano, o a los de un habitante de las islas del Pacífico.

Esta hipótesis no se basa únicamente con «Naia».

Se encontraron restos más antiguos que los que se encontraron en su momento en el estrecho de Bering, algo que plantearía la posibilidad de que esos primeros habitantes de América fueran africanos o exploradores procedentes del Pacífico.

El último punto que quiero tocar sobre la posibilidad de que los africanos llegasen hasta América guarda relación con el propio Colón. Más concretamente con tu tercer viaje al continente.

Bartolomé de las Casas dejó constancia de que el único propósito de Colón con su viaje era poner a prueba las historias que habían llegado hasta los oídos del rey Juan II de Portugal. Estas historias hablaban de que había canoas que partían desde las costas de Guinea (que está en el oeste de África) hacia occidente con mercancías y personas. Pues bien, el rey Juan II tenía curiosidad por saber a dónde iban esas canoas, así que Colón partió (con el petardo en el culo) hacia el oeste desde África y llegó a Sudamérica.

¿Quien sabe si estos mitos sobre mercaderes africanos eran ciertos o no? lo que está claro es que la tierra a la que viajaban sí que era real, lo que desde mi punto de vista aporta algo de credibilidad todas estas historias.

Hay pruebas tangibles que respalden estas historias, aparte de cuentos transmitidos oralmente a partir de fuentes originales que se han perdido.

Japoneses

Algunas historias de estas perduran, como la de los tres Kichis.

Mientras servían a bordo de un barco que transportaba arroz, Iwakichi (el oficial de navegación), Kyukichi (un ayudante de cocina) y Otokichi (otro ayudante de cocina), junto con otros once hombres, se encontraron con una tormenta en las costas de Japón.

Por culpa de la hodida tormenta, el mástil y el timón se rompieron, dejando a la tripulación a la deriva en medio del Pacífico. Pero como el barco transportaba arroz, los hombres disponían de suficiente comida para sobrevivir.

A lo largo de los catorce meses siguientes, la corriente de Kuroshio los fue llevando hasta el actual estado de Washington. Cuando llegaron a tierra, sólo habían sobrevivido los tres Kichis. Los demás habían fallecido por desnutrición (ya sabéis, porque llevaban arroz, no carne fresca).

La historia es más larga, pero lo relevante en este caso es que se trata del primer ejemplo del que se tiene constancia de un barco que fue llevado desde Japón hasta América del Norte sin ningún sistema de propulsión o de conducción. Después de este caso se registraron otros parecidos, y muchos académicos consideran que es difícil de creer que estas historias empezaran a tener lugar justo después del descubrimiento de Colón.

No hay pruebas de que ocurrieran antes de la colonización de América, por lo que todas las afirmaciones sobre esta cuestión son totalmente circunstanciales.

Polinesios

Pues bien, si echamos otro vistazo a los vientos y las corrientes predominantes, es posible ver que hay una corriente comparable a la de Kuroshio en el sur del Pacífico, lo que abre la posibilidad de un descubrimiento de América por parte de los polinesios. Y es que es bien sabido que los polinesios eran unos navegantes de la hostia, lo que explicaría por qué hay tanta evidencia a favor de un posible contacto entre los polinesios y los nativos americanos.

Mi favorito es el boniato o batata, que se sabe que tiene su origen en América Central o del Sur. Pero… cuando los primeros europeos exploraron el Pacífico, también encontraron boniatos a lo largo de toda Polinesia.

Y eso que la mayoría de las islas habitadas por los polinesios eran de origen volcánico, por lo que nunca compartieron la misma historia geológica con América. Por lo tanto, el boniato tuvo que haber llegado a esa zona por otros medios.

  • Algunos se han basado en esta premisa para afirmar que los propios polinesios llegaron a América del Sur y volvieron trayendo consigo las plantas para cultivarlas
  • Otros han propuesto que este vegetal logró dispersarse por sí solo a lo largo de miles de años gracias a las corrientes oceánicas.

Sea como sea, la teoría de la introducción por parte de los polinesios ayudaría a explicar por qué la palabra proto-polinésica para el boniato, kumala, es muy similar a las palabras correspondientes al quechua y al aimara: k’umar y k’umara.

Y no serían el único ejemplo porque no podemos olvidar las momias peruanas con savia de un árbol de Nueva Guinea, hasta canoas de California que recuerdan en forma y nombre a las construidas por los polinesios.

Me encantan estos enigmas pero siempre hay que ir con los pies en el suelo porque como hemos ido viendo, ninguna de estas hipótesis ha llegado a demostrarse con pruebas sólidas e indiscutibles.

Ahora bien… también es verdad que a penas ningún grupo de académicos se las a tomado lo suficientemente en serio como para estudiarlas a fondo.

Colón no descubrió América

Obviamente, alguien llegó a América antes que Colón, como demuestran las millones de personas y las antiguas civilizaciones con las que se encontró tras el primer contacto.

Claramente, esas personas fueron los verdaderos descubridores de América, ya que fueron los primeros en establecer asentamientos permanentes en el continente miles de años antes que Colón, o que Leif Erikson, o que cualquier otra persona.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que “descubrir” es un término relativo.

No digo que ninguna de estas teorías haya sido corroborada hasta el punto de tener que cambiar los libros de historia. Lo único que digo es que hay cosas en este mundo que deberían hacernos cuestionar lo que sabemos sobre el descubrimiento y la exploración de América, o hasta el mundo en general.

Al margen de cuál sea la respuesta a la pregunta de quién descubrió primero este continente, se trata de una pregunta que merece la pena plantear.

Lo que es innegable, es que aunque montones de culturas pisaran decenas o miles de años antes las Américas, Colón fue quien las puso en el mapa del mundo contemporáneo y quien asentó las colonias… por desgracia de los nativos.

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Sobre este podcaster ninja

podcaster En internet soy Pau Ninja y aunque tengo muchos blogs de mil temáticas que me parecen interesantes… Sólo tengo un podcast. Este. En la senda hacia el conocimiento cambié la katana por un micrófono para combatir la sed de curiosidad.

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