#355. Después de 1 año siendo carnívoro (y recientemente habiendo incorporado fruta) mi doctora me llama en «directo» para comentar una «irregularidad» en mi análisis de sangre. No es el colesterol LDL.
Considera:
- El ejercicio muscular puede provocar pruebas de función hepática altamente patológicas en hombres sanos (estudio).
- Los músculos se descomponen para obtener combustible (ciclo de Cahill). La ALT es un marcador de daño hepático, pero también está elevada para un estado de catabolismo cuando los músculos se descomponen como combustible en aminoácidos, y la alanina es el aminoácido en el que se convierten las cosas para que pueda disolverse en el torrente sanguíneo y llegar al hígado, donde la ALT la vuelve a convertir en piruvato para obtener energía. ¿Cuánto tiempo has sido carnívoro/ceto? Esto también podría ser simplemente un producto de los músculos que descargan el exceso de glucosa/glucógeno y algunos aminoácidos asociados con él. Esos tienen que ser metabolizados en su hígado a través de niveles elevados de ALT.
Qué es la enfermedad del hígado graso
El hígado es el órgano más grande del cuerpo. Ayuda al cuerpo a digerir los alimentos, almacenar energía y a eliminar sustancias tóxicas. La enfermedad del hígado graso es una condición en la que la grasa se acumula en el hígado.
Existen dos tipos principales:
- Hígado graso no alcohólico.
- Hígado graso alcohólico, también llamado esteatosis hepática etílica.
Este es un tipo de enfermedad del hígado graso que no está relacionada con el consumo excesivo de alcohol.
Existen dos tipos:
- El hígado graso simple, en el que hay grasa en el hígado pero poca o ninguna inflamación o daño en las células hepáticas. El hígado graso simple no suele agravarse lo suficiente como para causar daños o complicaciones en el hígado.
Qué es la enfermedad del hígado graso alcohólico
La enfermedad del hígado graso alcohólico se debe al consumo excesivo de alcohol. El hígado descompone la mayor parte del alcohol que se bebe para poder eliminarlo del organismo.
Pero, el proceso de descomposición puede generar sustancias nocivas. Estas sustancias pueden dañar las células del hígado, favorecer la inflamación y debilitar las defensas naturales del organismo.
Cuanto más alcohol se bebe, más se daña el hígado. La enfermedad del hígado graso alcohólico es la etapa más temprana de la enfermedad hepática relacionada con el alcohol. Las siguientes etapas son la hepatitis alcohólica y la cirrosis.
Quiénes corren el riesgo de padecer la enfermedad del hígado graso
Se desconoce la causa de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Los investigadores saben que es más frecuente en personas que:
- Tienen diabetes de tipo 2 y prediabetes.
- Tienen obesidad.
- Tienen niveles altos de grasas en la sangre, como el colesterol y los triglicéridos.
- Tienen la presión arterial alta.
- Toman ciertos fármacos, como los corticosteroides y algunos medicamentos contra el cáncer.
- Tiene ciertos trastornos metabólicos, como el síndrome metabólico.
- Tiene una pérdida de peso rápida.
- Tiene ciertas infecciones, como la hepatitis C.
- Han estado expuestos a algunas toxinas.
La enfermedad del hígado graso alcohólico sólo se da en personas que beben en exceso, especialmente en aquellas que han estado bebiendo durante un largo periodo de tiempo. El riesgo es mayor para los bebedores empedernidos que son mujeres, tienen obesidad o presentan ciertas mutaciones genéticas.
Cuáles son los síntomas de la enfermedad del hígado graso
Tanto la enfermedad del hígado graso como la enfermedad del hígado graso alcohólico, suelen ser enfermedades silenciosas con pocos o ningún síntoma. Si tiene síntomas, puede sentirse cansado o tener molestias en la parte superior derecha del abdomen.
Cómo se diagnóstica la enfermedad del hígado graso
Como a menudo no hay síntomas, no es fácil detectar la enfermedad del hígado graso.
El médico puede sospechar que el paciente la padece si obtiene resultados anormales en las pruebas hepáticas que se le hicieron al paciente por otros motivos.
Para hacer un diagnóstico, el médico utilizará:
- El historial médico.
- Un examen físico.
- Diversas pruebas, como análisis de sangre con imagen y a veces una biopsia.
Durante la exploración física, el médico examinará el cuerpo y comprobará el peso y la estatura. El médico buscará signos de hígado graso, agrandamiento del hígado, signos de cirrosis, o como la ictericia, que hace que la piel y el blanco de los ojos se vuelvan amarillos.
Es probable que el médico tambíen haga análisis de sangre, como pruebas de la función hepática y recuentos sanguíneos.
En algunos casos, también se harán pruebas de imagen al paciente, como las que comprueban la presencia de grasa en el hígado y la rigidez del mismo.
La rigidez del hígado puede significar fibrosis, que es la cicatrización del hígado. En algunos casos puede ser necesaria una biopsia de hígado para confirmar el diagnóstico y comprobar la gravedad del daño hepático.
Cuáles son los tratamientos para la enfermedad del hígado graso
Los médicos recomiendan perder peso para el hígado graso no alcohólico. La pérdida de peso puede reducir la grasa en el hígado, la inflamación y la fibrosis.
Si el médico cree que un determinado medicamento es la causa del HGNA, el paciente debe de dejar de tomarlo. Pero, se debe de consultar al médico antes de dejar el medicamento.
Es posible que tenga que el paciente deba de dejar de tomar el medicamento de forma gradual y que tenga que cambiar a otro medicamento.
No hay ningún medicamento aprobado para tratar el HGNA. Hay estudios que investigan si un determinado medicamento para la diabetes o la vitamina E pueden ayudar, pero se necesitan más estudios.
La parte más importante del tratamiento de la enfermedad del hígado graso relacionada con el alcohol es dejar de beber alcohol. Si necesita ayuda para ello, puede acudir a un terapeuta o participar en un programa de recuperación del alcohol. También, hay medicamentos que pueden ayudar, ya sea reduciendo las ansias del paciente o haciendo que se sienta mal si bebe alcohol en casoa extremos.
Tanto la enfermedad del hígado graso alcohólico, como un tipo de enfermedad del hígado graso no alcohólico pueden provocar cirrosis.
Los médicos pueden tratar los problemas de salud causados por la cirrosis con medicamentos, operaciones y otros procedimientos médicos. Si la cirrosis desemboca en una insuficiencia hepática, puede ser necesario un trasplante de hígado.
Qué cambios en el estilo de vida pueden ayudar con la enfermedad del hígado graso
Cambiar el estilo de vida puede ayudar a que la enfermedad quede controlada siguiendo estos consejos:
- Seguir una dieta saludable, limitando la sal y el azúcar, y comiendo mucha fruta, verdura y cereales integrales.
- Vacunarse contra la hepatitis A y B, la gripe y el neumococo.
- Si se contrae la hepatitis A o B junto con el hígado graso, es más probable que se produzca una insuficiencia hepática.
- Las personas con enfermedades hepáticas crónicas son más propensas a contraer infecciones, por lo que las otras dos vacunas también son importantes.
- Hacer ejercicio con regularidad, lo que puede ayudar a perder peso y reducir la grasa del hígado
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