#404. No necesitas meditar para entrar en un estado de atención plena. Argumento cómo hay otras prácticas que te pueden ayudar a sumar «repeticiones de minfulness» que no implique sentarte a meditar cada mañana.
La atención plena, el mindfulness no es (necesariamente) meditar.
Ahora que las palabritas en inglés están de modo se escucha mucho mindfulness pero puedes estar practicando la atención plena y no estar meditando.
Que no estés meditando no significa necesariamente que tu mente sea errante en ese momento, se desvíe. Tener una mente errante es cuando tus pensamientos se desvían de los temas que tenías en la cabeza que es algo que nos pasa a todos constantemente.
Nos sucede cada pocos segundos, y si lo comparas con 10 años atrás, notarás que te sucede cada vez más. La falta de tener atención plena es uno de los principales problemas que tenemos.
- Por ejemplo estas conduciendo, y piensas en lo que te hubiera gustado decir a esa persona cuando habéis discutido.
- O estás escribiendo un guión para un podcast o lavando los platos, y empiezas a pensar en la cita que tuviste con la chica de ayer.
Simplemente no puedes pensar en lo que está sucediendo en este preciso instante. Precisamente por el estado emocional en el que todos nos encontramos. Con montones de horas de internet y redes sociales a nuestras espaldas, las discusiones con personas de nuestro alrededor… y terminamos con una mente que no sólo se vuelve más errante, con menos atención plena, sino que además la mayoría de veces deriva hacia unos pensamientos negativos.
Hace unos años se hizo un experimento en el que concluyeron que cuando los pensamientos te vuelan, eres substancialmente menos feliz que si estuvieras presente en ese momento.
Ya he definido la felicidad como el subproducto del estilo de vida que llevemos. Porque como vas a sentirte feliz si tu mente no te está dejando concentrar en lo que te importa.
Por esto vinculo la felicidad al propósito (de hecho unos JW me lo preguntaron). Porque cuando tienes propósito, cuando estás tomando acción respecto a este propósito, es cuando la mente está mas centrada. Cuando no estás procrastinando. Y si no estás procrastinando es porque no tienes ninguna asociación negativa con lo que estás haciendo en ese preciso instante. Porque te gusta.
Estos experimentos han visto que incluso si en vez de pensamientos negativos dejas que tu mente divague, el sentimiento de felicidad es menor que si estuvieras presente.
Hoy vemos, cómo estar presentes, practicar mindfulness sin necesariamente meditar (o si).
Qué es el mindfulness
Mindfulness es una práctica mental con el objetivo de observar y absorber activamente los pensamientos, sentimientos, entorno y experiencias a través de los cinco sentidos. Sin sucumbir al análisis ni juzgar lo que vemos o sentimos, sin inversión emocional.
El concepto suena simple a más no poder, pero muchos confunden el mindfulness con una práctica pasiva. Al ser la idea de sumergirse completamente en el momento presente, cuando se practica correctamente, la atención plena es una experiencia cognitiva activa.
Es por esto que cuesta de dominar por una simple razón. Los humanos hemos evolucionado para pensar, reaccionar rápidamente, juzgar una situación, analizar e interpretarla para orquestar emociones y tomar una acción.
Esto es porque la práctica de la atención plena depende en la capacidad que tienes de calmar estos engranajes de forma temporal. Esas ruedas dentro de nuestra cabeza que no dejan de girar.
Es verdad que el hecho de pensar ocurre de una forma tan natural como la respiración, pero a diferencia de respirar no morirás si dejas de pensar. A las pruebas del mundo actual me remito (…). Pensar no es esencial. Puedes quedarte embobado mirando tu streamer favorito o el drama de tu serie favorita y no por esto morirás.
La atención plena es el acto de existir plenamente en el momento presente a través de un estado de conciencia y aceptación sin prejuicios. Ser plenamente consciente de la realidad tangible que existe en este momento. En este mismo momento en el tiempo.
El bueno de Eckhart Tolle hablaba del «ahora» como «el único factor constante en la vida». Un factor del que es imposible escapar, pero fijaros en cómo la mayoría vivimos la mayor parte del tiempo.
Algunos viven pensando tanto en el pasado, o en el futuro que no pueden funcionar en el presente, y aún así (aunque vivas pensando en el futuro o pasado), tu cuerpo no está renunciado a la realidad verdadera del presente. Es sólo tu mente que lo está omitiendo, pero en realidad, sigue sucediendo. El mundo sigue rodando.
O sea que la presencia no se puede escapar. Argumento que quizás esa presencia que sentimos cuando alguien entra o se va de una habitación, esa persona que notas que tiene una energía presente, es quizás porque ese cerebro está mucho más conectado al momento presente que el resto, y por esto lo llamamos «presencia».
En esencia, estar presente en un momento, es… desviar el proceso de pensar activamente.
Ya que el hecho de pensar es un comportamiento, te está haciendo desviar la atención al momento presente. Al fin y al cabo tenemos que pensar que la atención plena es un estado mental y no una «práctica» o un «comportamiento» como lo es el hecho de pensar.
Ser mindful no requiere de ninguna acción específica. Simplemente estás siendo consciente de la presencia. Estás existiendo en ella. Existiendo pasivamente, sin juicios, análisis o interpretación. Sólo observamos. Aceptamos.
Es por esto que es mucho más fácil practicar mindfulness sólo cuando ya somos conscientes de la diferencia entre el pensamiento activo y la atención plena (seguramente gracias a este post).
Beneficios de la práctica de mindfulness
Algunas personas viven tan poco en el presente, que si los dejas pensar demasiado rato en una situación, su mente se encarga de crear historias de cosas que no han sucedido, pero se les crea una ansiedad o reacción emocional tal, que lo viven como si hubiera sucedido de verdad. Es lo que se llama ser un overthinker en toda regla.
Por algo se dice que una mente errante, una mente divagante es una mente infeliz.
Salud mental
Los problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad, el estrés… está todo basado en pensamientos. Literalmente.
Si vas practicando la atención plena lo que sucede es que somos capaces de volver a traer la atención plena al momento presente, lo que hace que nuestros pensamientos divaguen menos y que por lo tanto no se vayan a los agujeros de conejo donde empezamos a pensar mi3rda negativa.
Aumento de atención
Se ha demostrado que la práctica de la atención plena tiene un efecto antidepresivo en el cerebro. Reduce el estrés, la ansiedad y la depresión. Corregimos ese orden mental, y tiene todo el sentido del mundo que el humano moderno sea el único tipo de humano que tiene depresión.
Pregúntale a cualquier miembro de una tribu indígena si sabe que es la depresión. O a cualquier otro animal.
Al estar en su hábitat natural, tienen que vivir el presente en todo momento. Tienen que hacerlo porque de lo contrario no pueden cazar, no pueden comer, o no se pueden escapar de depredadores.
Si te mueves del momento presente cuando estás atacando una presa o cuando te están atacando a ti, las probabilidades de sobrevivir se reducen drásticamente.
Mejora la concentración
Una confesión que muchos de los que hacen este tipo de contenido parecen obviar, es que incluso esas personas que llevan meditando décadas, han admitido que la atención plena permanente es imposible. Que no es posible hacer que la mente deje de divagar.
Estos monjes admiten que son capaces de controlar la atención al presente como mucho unos pocos segundos o hasta un minuto, pero nada más y quizás este minuto que dicen hasta es una exageración para describir «mucho tiempo».
No podemos dejar que la mente divague, pero podemos hacer que divague menos, o que cuando estemos centrados en algo, lo estemos prestando cada vez menos atención al «ruido» de alrededor (entendemos ruido como todo lo que distrae y no alimenta la mente).
Pasos para aprender a practicar mindfulness
- Consciente del momento presente: centrándote en el sentido, el tacto, el gusto, el olfato. Todo lo que está sucediendo en este instante.
- La mente divaga en pensamientos: se pierde el foco de los sentidos. Lo que nos viene a la mente son recuerdos, planes, tareas…
- Realizaciones de falta de atención: en realidad notar que ya no está atento a sus sentidos y ha estado sumido en sus pensamientos.
- Reconcentrándonos en el momento presente.
Imagina que estás lavando los platos, y te das cuenta que estás pensando en la ex que te dejó la semana pasada. Llega un momento en el que te das cuenta. Un momento en el que dices «ostras, estaba pensando ahora mismo en esa persona».
O sea el primer paso, es el momento original en el que tus pensamientos, tu foco, se ha desviado del momento presente y se ha ido a pensar en tu ex. Pero, lo que estamos haciendo aquí es darnos cuenta que sí. Estabas pensando en algo que no era el momento presente.
«Oh, estaba pensando en ella». Y nos volvemos a concentrar en hacer lavar los platos.
Acabamos de hacer como una «repetición extra» de los cuatro pasos para llevar la atención plena de vuelta a ti. Como más repeticiones diarias hagamos de traer la atención plena a esto, más mindfulness estaremos trabajando.
Diferencia entre mindfulness y meditación
La meditación es una de las maneras de practicar minfulness (atención plena) pero no es la única.
La diferencia entre mindfulness y meditación es que en la meditación estamos buscando y practicando la atención plena activamente, mientras que en mindfulness se puede estar realizando otra actividad.
La idea no sería: «quiero detener a mi mente errante», sino que sería «quiero mejorar mi atención plena», y cómo digo, la herramienta que se vende más para practicar esto es la meditación, pero no es necesario meditar.
La meditación es una de las herramientas que existen para tener más atención plena, pero no es la única.
En el momento en el que estés lavando los platos, pienses en otra cosa que no sea el momento presente, y te des cuenta que estás pensando en algo distinto que no son esos platos asquerosos, y vuelvas a poner tu atención en lo que estás haciendo, ya estás practicando la atención plena. Ya estás mejorando tu mindfulness.
Ejemplos de mindfulness
- Meditación
- Acariciar una mascota
- Hacer ejercicio con música
- Estar haciendo algo que te de dolor… o miedo (daygame)
Mejores libros sobre mindfulness
- Mindfulness práctico
- La práctica de la atención plena
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